La misión espacial más relevante de los últimos años muestra los bruscos cambios científicos y tecnológicos que experimentamos y nuestra pérdida de capacidad de asombro
Por Dr. Juan Carlos Ramírez Flores
Al momento de escribir estas breves líneas, restan poco menos de 15 minutos para que la nave espacial de la NASA bautizada como “New Horizons” (Nuevos Horizontes), luego de 9 años de viaje, alcance finalmente su máxima aproximación a Plutón, el último de los “planetas clásicos”, al que ninguna nave de reconocimiento se había aún aproximado.
De esta manera, el 14 de julio de 2015 a las 8:48 de la mañana de Chile, será recordado en la historia espacial como el momento en que un ingenio tecnológico terrestre se aproximó a poco más de 12 mil kilómetros de este cuerpo celeste. De sobrevivir al encuentro (siempre hay imprevistos e inconvenientes de último minuto), la nave continuará su viaje enfrentando nuevos desafíos por los años venideros, que la llevarán al aún poco estudiando “Cinturón de Kuiper”.
La alta tecnología involucrada en la fabricación de esta nave prácticamente asegura el éxito, por lo que en las próximas semanas tendremos una visión completamente nueva del que alguna vez fue el planeta más alejado al astro rey. Aunque ahora es algo así como una anécdota científica, no deja de ser relevante el hecho de que cuando “New Horizons” fue lanzada, Plutón aún era considerado oficialmente como un planeta. Pocos meses después, Plutón fue degradado de manera oficial a la categoría de “planeta enano”. Posiblemente, de haber ocurrido antes esta modificación, una misión de reconocimiento a este cuerpo espacial hubiera sufrido un severo retraso, debido a su “categoría menor” a escala planetaria.
¡Cómo cambia la ciencia!, lo que hoy era verdad, mañana puede ser completamente desmentido, como en el caso del ahora planeta enano. Tales cambios ocurren a una velocidad cada vez mayor: la nueva era de la ciencia y tecnología nos está llevando a replantear casi constantemente los conceptos que tenemos sobre nuestro el universo y nuestro mundo. ¿Cómo nos afecta ello a nivel de individuos y sociedad?.
Es claro que los cambios científicos y tecnológicos llevan a que cada pocos meses tengamos una revolución total en cuanto a la capacidad, diseño y prestaciones de los aparatos que supuestamente hacen nuestra vida más fácil: ahora resulta cómico ver en una película de hace pocos años, a personas comunicándose mediante celulares a los que se les debía extraer un antena antes de llamar. Consideremos ahora que la “New Horizons” fue lanzada en 2006, con tecnología de esa época, ¿cuántos de nosotros tenemos un celular, mp3 o cámara digital fabricada en 2006?.
Tal vez el mayor efecto que produce esta nueva era es que poco a poco perdemos nuestra capacidad de asombro. En 1969, una cadena televisiva mundial llevó a los hogares el que es considerado el mayor logro científico-tecnológico de la humanidad: el ser humano colocando sus pies en la superficie de la Luna. Ahora, cuando termino de escribir estas líneas, pocas horas después del evento del “New Horizons”, el tema parece lamentablemente olvidado en los medios, y seguramente sus logros regresan a los archivos de los científicos y permanecerán ahí por años, surgiendo a la luz pública principalmente en forma de artículos científicos en revistas especializadas, de interés sólo para la comunidad científica. Nunca es tarde para cambiar, aprovechemos la tecnología, pero no nos convirtamos en una especie de autómatas de la nueva era, nunca perdamos esa capacidad de asombro que algún día nos podrá llevar más allá de Plutón.
El Dr. Juan Carlos Ramírez F. es Ingeniero Forestal (Universidad Austral de Chile), Magíster en Ciencias Mención Silvicultura (Universidad Austral de Chile) y Doctor en Recursos Naturales (Universidad de Hannover, Alemania). En la actualidad es docente del Departamento de Ciencias Químicas y Recursos Naturales y del Departamento de Ciencias Forestales de la Universidad de La Frontera.
