Home / La Araucanía / Noticias

Comentario de actualidad científica: Depósito de Svalbard (Noruega), las puertas del fin del mundo ya están abiertas

Comentario 16 - Fotografía principal
  • 17 Noviembre, 2015

Comentario 16 - Fotografía principal

Las consecuencias ambientales del desarrollo de la sociedad han llevado finalmente a echar mano de un lugar diseñado para su uso sólo en caso que la vida del planeta esté en peligro

 

Por Dr. Juan Carlos Ramírez Flores

 

En una ocasión, visité a un primo lejano, radicado en la capital de uno de los países más desarrollados del mundo. La visita fue emotiva, ya que mi primo y yo no nos conocíamos. Como un visitante, durante varios días fui guiado por el centro y alrededores de aquella maravillosa ciudad.

En uno de estos recorridos, pasamos cerca de una loma inserta en medio de pastizales y bosquetes. ¿Nada extraño hasta ahí?. Bueno, lo que llamó mi atención fue que en la base de esta loma, relativamente oculta a la vista, se había excavado en la roca viva un pasillo de 4 metros de ancho y 10 de largo, que finalizaba en un viejo portal metálico.

Como un curioso sin remedio, pregunté a mi primo lo que eran esas enormes puertas. La respuesta no dejó de sorprenderme: un búnker, una de las tantas construcciones subterráneas (y operativas) repartidas por aquel país, destinadas a que la población encuentre refugio en caso de catástrofe.

¿Catástrofes?, bueno, los chilenos sabemos bastante de eso, aunque sospecho que aquellos refugios están pensados para algo aún más grave que un tsunami o un aluvión. ¿Tendrán algo que ver con los rumores que periódicamente circulan por todas partes, y que ponen fecha de término al planeta?.

Baste recordar sólo algunos de tales anuncios (el lector recordará muchos más): durante buena parte de 2015, se afirmó que un cometa impactaría en el mes de septiembre, dando pábulo a complejas teorías sobre oscuras conspiraciones. Tal fue el impacto del rumor, que la misma NASA se vio obligada a desmentirlo.

Por otra parte, el futuro tampoco es muy prometedor, ya que hace algunas semanas se informó que un prestigioso científico de Harvard predijo la potencial ocurrencia de megaterremotos en distintas partes de América, con magnitudes superiores a 20 en la escala de Richter, lo cual seguramente cambiaría la vida en el planeta para siempre.

Si bien estos rumores suelen tener asideros científicos (es seguro que en el futuro la Tierra estará en la mira de algún asteroide), su problema es que se comportan como una bola de nieve donde se entremezclan realidad con meras especulaciones. Ello no sólo provoca un pánico innecesario en la población menos informada, sino que además distrae la atención de muchos problemas concretos, y que amenazan la vida del planeta en este mismo momento o en un futuro no muy lejano.

Estimado lector, ¿está enterado de que en el mundo ya existen conflictos armados por el control del agua dulce, o que cada día desaparecen más de 100 especies silvestres, o que se estima que para el año 2025 habrá en el mar cerca de una tonelada de basura por sólo tres de recursos marinos?.

Tal vez uno de los anuncios más concretos del posible final de nuestro hogar sea la apertura de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard. Inaugurado en 2008, este enorme búnker, situado en un remoto archipiélago del Océano Glacial Ártico, tiene por misión salvaguardar el patrimonio agrario de la Tierra en caso de catástrofe. 

En otros tiempos, la existencia de un lugar así hubiera parecido algo casi poético. Sin embargo, su existencia es ahora una necesidad, y ello se vio lamentablemente confirmado en septiembre pasado, al mismo tiempo que parte de la humanidad esperaba la llegada del profetizado asteroide.

En efecto, hace algunas semanas las puertas de Svalbard por primera vez se abrieron para extraer algunas de sus muestras. La causa de este evento, que bien podríamos decir inauguró las puertas del fin del mundo, no fue otra cosa que el conflicto armado en Siria. Desde aquel país, se solicitaron muestras de variedades cultivables, ojalá muy resistentes a la sequía.   

No pretendamos soslayar tal suceso: las puertas del fin del mundo están comenzando a abrirse, y aunque podamos sobrevivir a catástrofes locales siguiendo las recomendaciones de las autoridades, la única pregunta será cuánto tiempo podríamos mantenernos con vida antes que afloren nuestros instintos. En ese momento, cuando dejemos de preocuparnos por lo que ocurre en otros países o sociedades, sabremos que aquellas puertas no sólo estarán abiertas de par en par, sino también que habremos dado el primer paso en el interior de un edificio del cual no podremos salir. Svalbard, ojalá te transformes pronto en un elefante blanco, y que el frío que te rodea permita apagar las llamas del fin del mundo.

 

El Dr. Juan Carlos Ramírez F. es Ingeniero Forestal (Universidad Austral de Chile), Magíster en Ciencias Mención Silvicultura (Universidad Austral de Chile) y Doctor en Recursos Naturales (Universidad de Hannover, Alemania). En la actualidad es docente del Departamento de Ciencias Químicas y Recursos Naturales de la Universidad de La Frontera. 

 

 

ETIQUETAS:

COMPARTE: 

PHP Code Snippets Powered By : XYZScripts.com