Generar un bioplástico a base de cochayuyo para disminuir el uso de plásticos sintéticos, reutilizar la basura para promover el reciclaje y convertir los ruidos acústicos en energía eléctrica o eólica, son algunas de las Investigaciones Científicas Escolares que buscan combatir los efectos del cambio climático en la región y el país.
La observación minuciosa del entorno y el impacto de la contaminación ambiental en sus propias ciudades, fue el motivo para que estudiantes de la Región de Antofagasta asumieran el desafío de desarrollar Investigaciones Científicas Escolares (ICE), enfocadas en disminuir los efectos dañinos en el entorno natural y, además, generar conciencia en la comunidad respecto al cuidado y respeto de la naturaleza.
El director del Instituto de Economía Aplicada Regional (IDEAR) y académico del Departamento de Economía de la Universidad Católica del Norte (UCN), además de autor para el sexto informe global sobre el cambio climático del IPCC (Intergovermental Panel on Climate Change), Dr. Lisandro Roco, valora que estudiantes de la Región de Antofagasta generen iniciativas para contribuir al cuidado y respeto del medio ambiente.
“Nuestro país es uno de los más vulnerables al cambio climático, debido a nuestra larga costa y a nuestras ciudades con niveles de contaminación importantes. Entonces, debemos tomar acciones y prepararnos con iniciativas como ‘Cambia el Clima’ o individuales, como usar eficientemente el agua, no contaminar, reciclar y reutilizar, entre otras”, enfatiza.
En ese contexto, el académico –quien es miembro del Consejo Técnico Asesor de la plataforma Cambia el Clima–, advierte que es importante la participación ciudadana para enfrentar el calentamiento global en el planeta, y justamente es en esta línea en que diversas investigaciones científicas escolares de la región están actualmente trabajando en el Programa de Clubes de las ICE 2019, convocado por el PAR Explora de CONICYT Región de Antofagasta, ejecutado por la Universidad Católica del Norte (UCN).
BIOPLÁSTICO
Estefanía Flores, estudiante del Colegio Femenino Madre del Rosario de la comuna de Antofagasta, reflexiona sobre la contaminación como un problema mundial y que en su comuna ha impactado de diversas maneras, como por ejemplo, en el deterioro causado en el ambiente marino.
“Siento que la basura en el mar es un problema muy grande, el cual se ha provocado por culpa de las mismas personas que no cuidan el medio ambiente”, comenta.
En el Colegio Femenino Madre del Rosario, Estefanía junto a sus compañeras trabajan en el proyecto “Creación de Bioplástico a Base de Cochayuyo”, cuyo objetivo es elaborar un producto que tenga un corto tiempo de degradación y así poder disminuir el impacto medioambiental generado por los plásticos sintéticos. En esa línea, podrían desarrollarse bolsas o bombillas biodegradables. La profesora del Colegio Femenino Madre del Rosario y guía de la propuesta, Patricia Castillo, cuenta que la idea de la investigación científica escolar nació de sus estudiantes, quienes asumiendo que, si bien el bioplástico ya es producido en gran cantidad por otras personas, el sello de su investigación es buscar y utilizar un producto que abunda en la Región de Antofagasta y en toda la costa del país: el cochayuyo (Durvillaea Antárctica).
“Mis estudiantes están muy motivadas, incluso a veces trabajando fuera del horario de clases, como en los recreos. Ahora se encuentran en la etapa de experimentar si el bioplástico que generaron se degrada en tierra y también en agua, y cuánto demora ese proceso”, explica la docente.
Además del apoyo de la profesora Castillo, las estudiantes cuentan con la asesoría del académico de la Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Biológicos de la Universidad de Antofagasta (UA), Dr. Pedro Echeveste, quien tomó la decisión de contribuir a la investigación, puesto que se liga a su trabajo científico en oceanografía.
“Trabajo con micro algas, pero al tratarse de una macro alga (cochayuyo), muy común en Chile, me generó interés la utilidad que se le puede dar al proyecto; así como también abordar la problemática del plástico y la contaminación que afecta a las comunidades del océano, buscando soluciones por medio de iniciativas como esta”, menciona el académico.
El científico cataloga la iniciativa como muy interesante y con mucho potencial, debido a que actualmente se siguen vertiendo grandes cantidades de plástico al océano, por lo que la búsqueda de un sustitutivo, que sea amigable con el medio ambiente y que se pueda degradar naturalmente, se hace fundamental. “Me parece fenomenal que este tipo de ideas nazca de jóvenes, porque muchas veces el interés científico parte desde pequeños”, añade.
RECICLAJE
“Reutilización de Basura en Toconao” es el nombre del proyecto de la estudiante Belén Fuentes, quien junto a sus compañeros asumieron el compromiso de contribuir al cuidado y respeto del medio ambiente en su localidad. Belén, estudiante del Complejo Educacional Toconao, quien también afirma que su localidad, a 2.475 metros sobre el nivel del mar y a 349 kilómetros de Antofagasta, se ve afectada por la contaminación, especialmente los canales de regadío que sirven de sustento para los huertos. “Por ejemplo, es necesario que los canales no estén sucios, es decir, libres de basura y de plásticos”, asegura.
El objetivo de esta Investigación Científica Escolar es promover el reciclaje y reutilización de desechos sólidos producto del uso doméstico. Es decir, contribuir a la descontaminación ambiental a través del reciclaje, por ejemplo, de botellas y bolsas de plástico que afectan a los canales de regadío y a la localidad en general.
El profesor del Complejo Educacional Toconao y guía de este proyecto, Cristian Álvarez, concuerda con la profesora Patricia Castillo, enfatizando que el origen de la iniciativa es de sus estudiantes, quienes identificaron un problema y, por ende, plantearon una solución para mejorar la calidad de vida de los habitantes de sus comunas.
“Este es un proyecto que está enfocado en ayudar a la comunidad y nació de la propia curiosidad e interés de los estudiantes, quienes tienen la intención de mejorar su calidad de vida, considerando que estamos en una localidad lejana a las grandes ciudades”, detalla el docente.
De igual modo, bajo el alero de las ICE se desarrollan otras iniciativas con el objetivo de combatir la contaminación del medio ambiente en la región. El Colegio San Agustín, de la comuna de Antofagasta, tiene a cargo el proyecto “Contaminación acústica”, que busca diseñar un prototipo que transforme la onda de sonido (mecánica) en un tipo de energía eléctrica o eólica. Asimismo, un equipo de estudiantes del mismo establecimiento educacional lideran la investigación “Reciclaje de plásticos”, cuyo objetivo es sintetizar productos eficientes a partir de diferentes tipos de plásticos, mediante un artefacto compresor.
