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“Se pueden enseñar temas complejos de manera sencilla, y ese es el propósito, finalmente, de la divulgación científica”

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  • 22 Diciembre, 2022

Carol Rojas, astrónoma y encargada de Comunicaciones y Extensión del Observatorio Las Campanas aborda en esta entrevista su vocación por divulgar ciencia, y además, comenta las brechas de género que aún existen para las mujeres que desean estudiar carreras de ciencia y/o tecnología.

Combinando su etapa de estudiante y profesional, la astrónoma Carol Rojas lleva 10 años dedicados a la divulgación de la ciencia. “Sentía que era súper importante ser capaz de comunicar lo que uno hace, cómo lo hace y por qué es importante”, sostiene la encargada de Comunicaciones y Extensión del Observatorio Las Campanas. A cargo del Laboratorio móvil de este centro de investigación, Carol recorre la Región de Coquimbo enseñando y divulgando, precisamente, cómo y por qué es importante estudiar el espacio exterior y las luces que, cada noche, cubren nuestro firmamento. Y en las líneas que vienen a continuación, nos cuenta más de su labor y de los desafíos y logros que conlleva acercar el conocimiento a la ciudadanía.

¿Qué fue lo que hizo decidirte por estudiar ciencia y por qué elegiste astronomía?

Desde pequeña tuve interés por descubrir muchas cosas. Quise ser veterinaria, quise seguir muchas carreras, y después, cuando ya estaba en primero medio y tuve los ramos electivos de física, fue cuando me incliné por la física, y por astronomía en particular. Cuando empecé a ver las leyes de Kepler me llamó mucho la atención esta ciencia, porque yo, hasta ese momento, no conocía la carrera de astronomía formalmente ni sabía cuál era el campo laboral de un astrónomo. Entonces ahí empecé a averiguar y tuve un profesor, Cristian Echeverría, quien me motivó mucho a seguir el camino de la física y estudiar esta carrera. Cuando estaba en tercero cuarto medio, estaba totalmente decidida que quería estudiar astronomía y estudié en la Universidad Católica en Santiago. Hice el pregrado y el postgrado en astrofísica, y luego hice un postgrado en periodismo, mención prensa escrita, también en la Universidad Católica, con el propósito de trabajar finalmente en comunicación científica.

Considerando que en las carreras de CTCI la mayoría son hombres, ¿te sentiste tratada de forma igualitaria o allí solo importa el conocimiento que se aprende y se va demostrando?

La verdad es que en ciencia hay una brecha súper grande entre hombres y mujeres, la famosa brecha de género, que se ve mucho más cuando uno está en las etapas más altas de una carrera, por ejemplo, la gente que dirige observatorios, la gente que ya tiene un postgrado, porque son otras las condiciones a las que se enfrenta una mujer en comparación con un hombre cuando está estudiando la carrera. Yo sí me sentí pasada llevar, más que discriminada, mientras estaba estudiando, porque eran muchos hombres. En la Universidad Católica estaban los astrónomos, los físicos y los ingenieros los primeros años, entonces eran mayoría hombres, y cuando tocaba al principio hacer informes grupales, por ejemplo de laboratorio, siempre la mujer era la que tenía que escribir el informe, porque evidentemente, ella escribía y su labor era más que nada eso, como de secretaria del grupo, y eso no está bien, y a mí claramente me molestó mucho en ese momento y me sigue molestando que al día de hoy siga pasando. Cada vez somos más las mujeres que estamos entrando a carreras científicas y esta brecha de género se mantiene.

En tu camino como divulgadora, ¿cómo se puede enseñar a las personas, de forma sencilla, un tema tan vasto y que está tan lejos de nuestra condición terrestre?

Creo que se pueden enseñar temas que son complejos de manera sencilla, y ese es el propósito, finalmente, de la divulgación científica. También creo que un científico que no es capaz de explicar en sencillo y a todo público lo que hace, cómo y por qué lo hace, entonces no sabe lo que está haciendo y no entiende lo que está haciendo, porque debe ser capaz. Hay temas que son más fáciles de explicar que otros, pero uno puede utilizar herramientas; por ejemplo, puede utilizar videos que es lo más tradicional, o bien, puede utilizar maquetas y modelos 3D para mostrar ciertas cosas. Puede hacer experimentos con la gente, y de esa forma, las personas pueden ver lo que uno les está contando y eso hace que sea más fácil también de explicar.

¿Qué desafíos has enfrentado en esta labor divulgativa?

El desafío más grande fue que las personas tomaran o se dieran cuenta del valor que tiene divulgar ciencia. En un momento, cuando yo terminé mi postgrado en astrofísica, me di cuenta de que quería divulgar lo que hacía pero de manera formal, y para eso me faltaba conocimiento, entonces decidí seguir un postgrado en Periodismo y muchos profesores y muchas personas dijeron que yo lo hacía porque realmente la astronomía me había ganado, como que yo no había sido suficiente para la astronomía, y eso fue bastante triste, porque al final, lo que yo hice fue especializarme en otra área para poder mezclar las dos áreas y hacer un trabajo profesional y no algo a medias. Pero para los científicos ese camino era más fácil que el camino de la ciencia, siendo que yo no iba a dejar la ciencia tampoco. Antes era muy común que los científicos miraran como alguien inferior o con menos conocimiento a una persona que divulgaba ciencia o a un científico en particular que divulgara a ciencia.

Trabajando en un laboratorio móvil, ¿qué tan importante resulta el llevar la ciencia a lugares alejados de las grandes urbes?

Es súper importante llevar la ciencia a todos los lugares, lo importante siempre es que cuando uno tiene en mente que quiere divulgar ciencias pueda llegar a su público objetivo que no es sólo es el que uno puede definir que está cerca de uno. Debe ser capaz de llegar al público que está más lejos, que vive en un sector rural, por ejemplo, que no tiene internet o donde hay niños que nunca han tenido clase de ciencia, entonces no saben nada de lo que tú les quieres contar. En nuestro caso, este laboratorio móvil que estamos operando tiene los implementos necesarios para hacer actividades arriba de él, y eso es súper importante, porque cuando lo llevamos a colegios que están en lugares vulnerables, por ejemplo, o colegios que son unidocentes, no les pedimos a los colegios que nos faciliten cosas, sino que nosotros les entregamos todo lo que necesitan para poder realizar la experiencia en el laboratorio junto a nosotros.

¿Animarías a más profesionales de la astronomía o de otras ciencias a acercarse a la comunidad y compartir y aterrizar su conocimiento?

Sí, animaría a profesionales de astronomía y de otras ciencias a compartir el conocimiento científico, pero haciéndolo de una manera correcta. No es lo mismo dar una charla y luego irse a su casa, que asegurarse que la charla efectivamente sea entendida por la gente a la que uno le está hablando. Hay ciencia que tiene mucha terminología y uno debe ser capaz de conocer a su público o tener una especie de noción para saber qué puede mencionar y darlo por sentado, y qué cosas necesita explicar. Debe haber un trabajo detrás, no es sólo llegar y pararse frente a la gente y hablar. Por ello, invito fuertemente a todos los científicos a que se dediquen a la divulgación, quizás no de manera formal y que seas un único trabajo, pero sí, que realicen, al menos frecuentemente, este tipo de actividades, pero mediante  otro tipo de experiencias que son súper valiosas al momento de divulgar, por ejemplo, que hagan experimentos, que muestran videos, que usen realidad virtual, lo que sea, pero que no sea solamente una persona estática frente a un grupo de niños que lo miran.

 

 

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