Experiencias personales, nuevos conocimientos, planteamiento de propuestas para prevenir y combatir la obesidad en el aula, fueron parte de las actividades que enmarcaron el desarrollo del Campamento Explora ¡VA! organizado por el PAR Explora RM Norte, donde participaron 50 profesores y educadores de diferentes comunas de Santiago.

La obesidad en niños menores de seis años aumentó un 66,3% entre el 2005 y 2018 -pasando de 7% a 12%- de acuerdo a “Radiografía de la Obesidad Infantil”, estudio dado a conocer a principios de enero por Elige Vivir Sano. Mientras, la última Encuesta Nacional de Salud ha alertado además que más del 75% de la población chilena tiene algún nivel de sobrepeso.

Estos datos motivaron al Proyecto Asociativo Regional Explora Región Metropolitana Norte, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación a tratar con distintas actividades el tema de la obesidad en el Campamento Explora ¡VA! para profesores que se desarrolló en un sector del Cajón del Maipo entre el lunes 13 y este viernes 17 de enero.

Una de estas actividades fue protagonizada por un grupo de tres científicos chilenos conformado por los doctores Lorena García de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, Andrea Huidobro de la Universidad Católica del Maule y Rodrigo Troncoso del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile –todos pertenecientes al Centro Avanzado en Enfermedades Crónicas (ACCDiS)- quienes participaron en  el conversatorio ¿Cuánto sabemos de obesidad?, dirigido a los profesores y educadores.

Teniendo como premisa de que “todos somos conocedores de las causas que genera la obesidad, pero ¿qué hacemos para prevenirla y combatirla?”, se realizó el conversatorio con el objetivo de abordar la obesidad de manera científica y aclarar las dudas sobre ésta, logrando finalmente una reflexión de los docentes sobre su rol social clave en prevenir y combatir la obesidad desde el aula.

Lorena García dio inicio a este conversatorio explicando que la obesidad es el resultado de un desbalance entre ingesta calórica y gasto energético. “Este desbalance es provocado por el aumento de la ingesta calórica, al consumir alimentos no saludables: procesados, altos en azúcares refinadas, entre otros, que finalmente son almacenados en nuestro organismo en forma de tejido adiposo” recalcó Lorena. Por otra parte, la obesidad también es causada por la disminución del gasto energético, provocado por la baja actividad física, “factor importante en la mantención de un peso saludable”, explicó Rodrigo Troncoso.

Para introducir la reflexión, la Andrea Huidobro -epidemióloga y nutrióloga- indicó que “para lograr disminuir esta enfermedad se requiere una participación multidisciplinaria que involucre a la educación, políticas de salud pública, reforzamiento en los servicios de atención primaria y políticas de urbanismo que impliquen el aumento de áreas de esparcimiento y zonas donde los niños puedan realizar deportes de manera gratuita, en particular en aquellas comunas más vulnerables del país”.

La obesidad es más que un problema físico

Más allá del conocimiento científico asociado a la obesidad, profesores y educadores también tienen experiencias de vida que pueden ser relevantes en el desarrollo personal de sus estudiantes. En este sentido, varios de los profesores concordaron que existen factores psicosociales y emocionales que están asociados a la obesidad, relacionados con baja autoestima, apatía, emociones negativas, depresión, ansiedad y estrés.

Al respecto, Elizabeth Albandoz, profesora de enseñanza básica del Colegio Christ School de Pudahuel, quien sufrió de obesidad mórbida y fue sometida a cirugía de manga gástrica, comentó “desde los 23 años comencé a subir de peso porque me comía mis penas, me hice cargo de problemas que no me correspondían y en vez de solucionarlos, hablarlos o buscar ayuda, me refugié en la comida”.  Al tiempo y por voluntad propia decidí pedir ayuda, recibiendo apoyo de un equipo multidisciplinario que implicó atención psicológica y que hasta el día de hoy se mantiene.

Siendo testigo de cómo factores emocionales son importantes en el desarrollo de la obesidad, la profesora Elizabeth Albandoz del Colegio Christ School de Pudahuel, promueve instancias dentro de su sala de clases para que los niños expresen sus sentimientos.

Siendo testigo de cómo factores emocionales son importantes en el desarrollo de obesidad, para Elizabeth es de suma importancia el concepto de autocuidado y no sólo para ella, sino que también debe ser traspasado a sus estudiantes. Tomando en cuenta la edad de sus alumnos -primero básico- a quienes les cuesta expresar de forma clara sus emociones, la profesora ha promovido dos instancias dentro de su sala de clases: la primera es el libro viajero donde los niños y niñas pegan sus fotos y hablan sobre ellos y la segunda es un cuaderno llamado “Sullivan” −peluche del personaje de la película Monster Inc−, que lo pueden llevar a casa y dibujar o escribir de forma libre lo que quieran expresarle al peluche.

Cómo podemos resolver el problema de obesidad, desde las aulas de clase

El Campamento Explora ¡VA! contó con la participación del Premio Nacional de Ciencias Exactas 2011, Patricio Felmer, quien dirige la iniciativa de investigación y desarrollo Activando Resolución de Problemas en las Aulas (ARPA), cuyo objetivo es de introducir la resolución de problemas en el aula.

A través del taller impartido a los profesores, denominado “Alfabetización científica para prevenir y combatir la obesidad en el aula”, Patricio Felmer comentó “la idea es hacer más conscientes a los profesores y educadores del problema y realidades de la obesidad en sus escuelas, porque las soluciones la deben proponer ellos mismos”. Por otro lado, también informó que en una de las actividades ejecutadas se les planteó la pregunta ¿qué puedo hacer en mi escuela?, donde cada grupo expuso sus propuestas y las plasmaron en papelógrafos, con el objetivo que sean revisadas y aterrizadas para que sean realmente aplicables.

Apropósito de esta actividad, la profesora Carla Cofré Guerrero, del Colegio Sochides Renca, compartió una gran iniciativa llevada a cabo en su institución, donde se realizó un estudio a todos los niños y niñas desde kínder a sexto básico para evaluar el índice de masa corporal, dando como resultado que más de un 80% de ellos presentaban obesidad o sobrepeso.

Carla Cofré, profesora del Colegio Colegio Sochides de la comuna de Renca, cuenta que en su colegio se realizó un estudio de niños y niñas desde kínder a sexto básico para evaluar el índice de masa corporal, dando como resultado que más de un 80% de ellos presentaban obesidad o sobrepeso.

Como solución al problema, el colegio tomó las siguientes medidas: cambios en las colaciones que traían los estudiantes, recreos entretenidos y desde los profesores hasta el personal administrativo, cambiaron sus hábitos alimenticios, logrando un cambio significativo a los dos años de haber efectuado el estudio y luego de 5 años los resultaron se han mantenido “en mi curso, actualmente no tengo estudiantes obesos y solo uno ya estaba saliendo del sobrepeso”, informó la profesora Cofré.

Científicos y profesores unidos contra la obesidad

En el campamento profesores, educadores y científicos pudieron compartir experiencias y conocimientos. Pablo Morales, bioquímico y doctor en ciencias biomédicas quien es experto en obesidad desde la ciencia básica participo como monitor apoyando en cada una de las actividades

Pablo indica que la obesidad es una de esas problemáticas importante y transversal, donde aportar conocimiento a través de los profesores tiene gran significancia ya que pueden llegar en etapas tempranas de formación de los jóvenes. Según nos indica “es vital facilitar la llegada del conocimiento que manejamos los científicos a los colegios a través de la generación de instancias como el Campamento, también es crucial dar clases o charlas que tienen que ver en este caso, con conceptos como el balance energético, cómo asimilamos los alimentos, cómo funciona el cuerpo para llegar a entender como una persona puede llegar a la obesidad. Los científicos tenemos el deber de compartir nuestro conocimiento y darle las herramientas a los profesores y educadores para que lo transmitan a sus alumnos y alumnas, en el fondo, convertirse en agentes de cambio en sus comunidades”