La organización de conservación marina “Big Ocean”, en conjunto con representantes de distintos gobiernos y científicos de todo el mundo se reunieron para discutir iniciativas para la protección de áreas marinas a gran escala.
*Nota por Valeria Calderón:
En el marco de la “X Conferencia sobre la Diversidad Biológica” en Nagoya, Japón, se ratificaron las metas para la conservación de áreas de particular importancia ecológica, dada la presente crisis mundial que existe sobre la disminución de la biodiversidad y la extinción. Como principal objetivo del encuentro, se espera que para 2020 exista al menos un 10% de las áreas costeras y marinas protegidas (AMPs) con una gestión efectiva y equitativa.
Fuente: bigoceanmanagers.org
El gobierno de Australia fue el primero en declarar un área marina protegida de gran escala con 344,000 km 2, el cual superó las que hasta ese entonces tenían un tamaño promedio de 4,6 km2 y abarcaban sólo el 1 % de los hábitats en el mar. Esto llevó a la creación de una organización de conservación en 2010, llamada “Big Ocean”, y así colaborar con los principales desafíos que enfrentan sitios grandes y remotos, teniendo como principal objetivo mejorar la eficiencia de la gestión en los sitios existentes y apoyar a las nuevas AMPs a desarrollar con modelos que se adapten a sus necesidades.
De acuerdo a un estudio realizado por diversos investigadores sobre este tema; “sólo las AMPs a gran escala incorporarán hábitats móviles y protegerán los ecosistemas marinos vulnerables como las cadenas de montañas submarinas o zonas de urgencia. Además, este tipo de AMPs brindan una mayor protección a los migrantes oceánicos o especies cuyos rangos de hogar superan ampliamente los límites de las AMPs costeras”.
Por supuesto, las AMPs grandes no son la única solución para detener el declive de los océanos, y deben verse en el contexto de un conjunto complejo de medidas de conservación. Es importante tener en cuenta que el establecimiento de una AMP es un proceso no un acto único y final, ya que sitios tanto pequeños como grandes requieren un enfoque gradual para establecer medidas de protección a lo largo del tiempo.
En este contexto, científicos que estudian los principales desafíos políticos y logísticos para la conservación de la biodiversidad, declaran que, “estos sitios incluyen los problemas globales del cambio climático, como la acidificación de los océanos y también más localizados de vigilancia y cumplimiento, como la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, la cual es muy común en los océanos Pacífico e Índico”.
Es por esto, que organizaciones como “Big Ocean”, permiten que los actuales esfuerzos de protección de estas áreas sean positivos y el futuro se vea más auspicioso. Hasta el momento, los sitios en conjunto de la red Big Ocean ya contienen más de 3.1 millones de km 2 , lo que ha acercado las posibilidades de alcanzar las nuevas metas de conservación efectiva de los océanos.
*Estos productos periodísticos fueron realizados por estudiantes de Biología Marina e Ingeniería en Acuicultura de la Universidad Católica del Norte, en el marco de la asignatura Ciencia, Tecnología y Sociedad , que tiene un estrecho vínculo con el quehacer del PAR Explora de CONICYT Coquimbo.
