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Columna de opinión: Los científicos y científicas que necesitamos para conocer el océano

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  • 17 Junio, 2020

“Necesitamos de muchos científicos y científicas que descubran el secreto de sus profundidades, entender cómo funcionan los ecosistemas marinos o el efecto que producen las grandes pesquerías”, nos cuenta el autor.

 

Dr. Julio A. Vásquez

Departamento de Biología Marina

Facultad de Ciencias del Mar

Universidad Católica del Norte

 

La ciencia (del latín scientia ‘conocimiento’), significa “saber”. Es el conjunto de conocimientos ordenados y obtenidos mediante la observación de conductas, patrones ambientales, razonamiento y de experimentación en los diferentes ámbitos del saber. Para saber o aumentar el conocimiento, las personas que hacen ciencia o científicos, generan preguntas y  formulan hipótesis, que permiten establecer generalidades que se transforman en principios o leyes de una determinada disciplina.

La ciencia y los científicos, utilizan diferentes métodos y técnicas para adquirir y organizar el conocimiento, el que se suma al conocimiento anterior. Así, el nuevo conocimiento se basa en el conocimiento adquirido con anterioridad lo que permite además una corrección permanente.

El saber científico no aspira a conocer las cosas superficialmente, sino que pretende entender sus causas de manera de comprenden sus efectos. Se distingue del conocimiento espontáneo por su orden metódico, su sistematicidad y su carácter mediato. La ciencia, es el instrumento por medio del cual el hombre puede constatar o certificar científicamente cualquier objeto de estudio o fenómeno natural, de una manera exacta utilizando una serie de mecanismo e instrumentos (método científico), por medio de los cuales se puede obtener resultados certeros.

Un científico ha sido caricaturizado como un “bicho raro”, pareciera que no tienen las mismas necesidades de otros humanos: evidentemente no es así. Todos nacemos científicos, sin embargo vamos perdiendo esa curiosidad y capacidad de asombro por las cosas que nos rodean en la medida que crecemos.

De esta forma un científico es un obrero que construye el conocimiento de una determinada disciplina, primero basado en el conocimiento adquirido (los cimientos), y luego sistemática y ordenadamente va poniendo ladrillo tras ladrillo de nuevo conocimiento, para establecer un conjunto de conocimientos o patrón que puede ser replicable en cualquier parte.

Un científico ha sido caricaturizado como un “bicho raro”, pareciera que no tienen las mismas necesidades de otros humanos: evidentemente no es así. Todos nacemos científicos, sin embargo vamos perdiendo esa curiosidad y capacidad de asombro por las cosas que nos rodean en la medida que crecemos. La principal característica del científico es estar siempre preguntando el porqué de lo que ocurre en su entorno, Así podríamos decir que un científico es un niño permanente, en la búsqueda de explicaciones. Si a esta curiosidad permanente le asociamos un orden en conseguir la información, rigurosidad, contrastación de las evidencias, experimentación, análisis y autocrítica,  entonces tenemos un científico.

El mar cubre más del 70% de la superficie de la Tierra, y los océanos contienen cerca del 96,5% de toda el agua del planeta. De esta gran masa de agua, conocemos menos del 5% de su extensión,  que puede alcanzar hasta los 11.000 de profundidad. Solo conocemos parte de la fauna y la flora de los ambientes costeros entre los 0 y 50 m de profundidad. Es por esto que necesitamos de muchos científicos y científicas que descubran el secreto de sus profundidades, entender cómo funcionan los ecosistemas marinos, el efecto que producen las grandes pesquerías, como se forman las corrientes marinas y como afectan la distribución y abundancia de a plantas y animales marinos. También, como domesticar las especies, reproducirlas, cultivarlas y repoblar y restaurar los ecosistemas que son intensamente intervenidos por el hombre.

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