Estos peces se caracterizan por volver a su lugar de nacimiento para el apareamiento. Nacen en agua dulce, luego migran al océano y al momento de dar a luz regresan a su lugar de origen, nadando en contra de la corriente. Hay estudios que revelan que, al menos un 90% de los salmones, cumple con este ciclo y que pueden lograrlo gracias a que su buen olfato los guía. 

Fuente: Blog de Pesca