Este año y el próximo, Chile podrá observar dos eclipses totales de Sol, eventos extraordinarios que nos dejarán a oscuras. Aquí, los detalles de cómo se producen, desde dónde verlos y qué actividades habrá en todo el país.

El 2 de julio de este año, parte de Chile quedará a oscuras. A eso de las cuatro y media de la tarde, un eclipse solar será visible desde todo el territorio nacional: la Luna se posicionará entre el Sol y la Tierra, y su presencia bloqueará la luz proveniente del astro. En el norte, entre las localidades de Domeyko (Región de Atacama) y Totoralillo (Región de Coquimbo) el eclipse será total. Esto significa que, por poco más de dos minutos, el día se hará completamente de noche, se podrán observar las estrellas en el cielo, la temperatura caerá entre cinco y diez grados Celsius, formando corrientes de viento, y la fauna de los alrededores comenzará su rutina nocturna, confundida por la repentina oscuridad. 

En el resto de las regiones el eclipse será parcial, pero no dejará de ser un gran espectáculo. En la zona central del país, el Sol estará tapado en un 92%, mientras que en los extremos norte y sur el eclipse se irá atenuando. El astro estará cubierto en un 65% en Arica y Parinacota, y en un 46% en Magallanes y la Antártica. 

Aunque deben pasar cientos de años para que un eclipse total de Sol se repita en un lugar exacto del mundo, en nuestro largo país tendremos dos en menos de 24 meses: el segundo será en diciembre de 2020 en la Región de la Araucanía. El que veremos en julio de este año, por cierto, tendrá un significado especial: sucederá justo durante la conmemoración de los cien años de la comprobación de la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein, uno de los avances científicos más importantes de la historia de la humanidad, ligado íntimamente a los eclipses.

En julio de este año, las regiones de Atacama y Coquimbo verán un eclipse total. En el resto del país, no dejará de ser un gran espectáculo: en la zona central, el Sol estará tapado en un 92%, mientras que en los extremos norte y sur el eclipse se irá atenuando.


La teoría, publicada en 1915, reformuló por completo el concepto de gravedad que se tenía hasta ese momento, pero su comprobación no ocurrió hasta cuatro años después, gracias a las observaciones que el astrónomo británico Arthur Eddington realizó durante un eclipse de Sol, en mayo de 1919.

Eclipse total de Sol (Foto: Andrew Preble).

Entre sus postulados, la teoría de Einstein señala que un objeto con una masa lo suficientemente grande puede curvar el espacio-tiempo, por lo que la luz que pasa a través de él ya no sigue una trayectoria recta. El Sol, en ese sentido, es capaz de desviar la luz de otras estrellas, haciendo que las observemos en una ubicación distinta a la que realmente ocupan en el universo. Esa diferencia entre la ubicación aparente y real de los astros fue la que logró medir Eddington, aprovechando que un eclipse total tapó la luz del Sol durante unos minutos. Sus resultados fueron los mismos que había previsto Einstein con lápiz y papel.

El lunes 14 de diciembre de 2020, cuando el segundo eclipse deje a oscuras a la Región de La Araucanía —en el resto del país se observará parcialmente—, será un momento significativo para el pueblo mapuche, que considera al astro una de sus principales deidades. En su cultura ancestral, de hecho, los eclipses solares —llamados Lai Antü, es decir, la “muerte del Sol”— presagian la partida de un cacique. Las localidades con mejor visibilidad serán Villarrica, Pucón y Lican Ray.  

—La probabilidad de que dos eclipses solares totales ocurran en el mismo país tan seguido es muy baja —explica el astrónomo Luis Chavarría, director del Programa de Astronomía de CONICYT—, por lo que es una tremenda oportunidad para aprovechar de levantar la ciencia en nuestro país, y mostrarle a la gente para qué sirven las investigaciones astronómicas y cómo afectan en su vida. 

CONICYT también le dará un lugar significativo a los eclipses durante la celebración del Día de la Astronomía 2019, que se desarrollará entre el 18 y el 23 de marzo en todo Chile, e incluirá la intervención de espacios públicos, además de charlas con que varios astrónomos convocados por la institución recorrerán el país. La agenda completa estará disponible a partir de febrero en el sitio web de la institución, e irá creciendo en las semanas previas a este evento.

La franja de oscuridad

Este 2 de julio, la Tercera y Cuarta Región se convertirán en lo que se denomina la “franja de oscuridad”: allí estarán los puntos de visibilidad total del eclipse. Para los astrónomos, será una oportunidad única para estudiar la corona solar, la parte más externa del Sol, que se extiende un millón de kilómetros hacia el espacio y alcanza los dos millones de grados Celsius, una temperatura mucho mayor que la de la propia superficie del astro, que arde a sólo 5.700 grados. Durante los eclipses solares, gracias a que la Luna tapa la luz directa del astro, es una de las raras ocasiones en que se puede estudiar ese fenómeno.

Para los millares de visitantes que llegarán a la franja de oscuridad, los gobiernos regionales han puesto en marcha un plan de acción para definir cinco puntos de observación óptima, con una capacidad para tres mil personas cada uno, más un campamento base que podrá recibir entre 25 y 50 mil personas. Cada punto contará con estacionamientos, seguridad, mapas y servicios higiénicos. 

Proyección de la “franja de oscuridad” que generará el eclipse de Sol en las regiones de Atacama y Coquimbo, el 2 de julio de este año.

—En los puntos de observación, se les entregará información turística y podrán conocer el trabajo de nuestros emprendedores, artesanos y mercados locales. El eclipse es la excusa, pero el ánimo es mostrar Atacama como una región atractiva, para que se queden más días y vuelvan pronto —dice Sebastián Cousiño, Jefe de División de Planificación y Desarrollo de la Región de Atacama. 

El 14 de diciembre de 2020, cuando el segundo eclipse deje a oscuras a la Araucanía , será un momento significativo para el pueblo mapuche, que considera al astro una de sus deidades. En su cultura ancestral, los eclipses solares reciben el nombre Lai Antü, la “muerte del Sol”.

Sin embargo, hay que tomar algunas precauciones importantes. Para observar el eclipse, tanto en la regiones del país en donde el eclipse será total como en las en que sólo se presentará parcialmente, es necesario contar con lentes de protección especiales. De lo contrario, es posible sufrir daños en la visión.

—Estaremos entregando gratis 50 mil lentes en los puntos de observación, campamentos y en los municipios, durante los días previos —asegura Cousiño, y agrega que toda la información de las actividades estará disponible en la página web del gobierno regional de Atacama en los próximos días. 

Las expectativas a nivel internacional son altas. Desde el último eclipse total en 2017, observable desde Estados Unidos y transmitido por televisión y streaming, estos fenómenos se han transformado en eventos de interés mundial. Luis Chavarría asegura que “por algunas horas, los ojos del mundo estarán puestos en Chile”, siguiendo desde los cinco continentes la trayectoria de los cuerpos celestes. 

Exactamente a las 16:38 horas del próximo 2 de julio, la luz del Sol dejará de brillar. Se producirán fuertes corrientes de viento, Venus y Mercurio se volverán visibles en la oscuridad y la mayoría de los chilenos tendrá la mirada puesta hacia el cielo. Entonces, por algunos minutos, sólo conoceremos la noche.

Texto: Natalia Correa