¿Qué sabemos sobre la vacuna del Virus del Papiloma Humano?

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  • 29 Octubre, 2019

El virus del papiloma se suele relacionar con una afección femenina, pero se ha comprobado que también afecta a los hombres. Frente a esto, organismos gubernamentales han tomado medidas preventivas. En este reportaje conversamos con dos especialistas que nos aclaran dudas y mitos sobre esta vacuna.

 

En agosto pasado, el ministerio de Salud determinó que la vacuna contra el Virus Papiloma Humano (VPH) se aplicaría por primera vez en niños de forma obligatoria. Si bien en 2014 Chile sumó esta vacuna al Programa Nacional de Inmunización, solo las niñas estaban consideradas para su suministro. Hoy, en cambio, todos los estudiantes de 4° básico deberán recibir la primera dosis este segundo semestre, mientras que la segunda el año siguiente.

Virus del Papiloma Humano

 

Pero, ¿en qué consiste esta vacuna y por qué su aplicación beneficiaría a los hombres? La Dra. Katia Abarca, especialista en infectología pediátrica, indica que su función es prevenir, por un lado, infecciones genitales benignas, como verrugas genitales o condilomas acuminados. Por otro lado, impide un contagio genital, que con los años puede llevar a un cáncer de cuello uterino, de la vulva o de la vagina. Además, en los hombres evita el cáncer de pene o de ano y, en ambos sexos, de boca, lengua o laringe.

“Estos virus afectan de igual forma a hombres y mujeres, no hay ninguna diferencia”, señala la académica de la escuela de medicina de la Universidad Católica. El sentido de vacunar inicialmente a mujeres, dice, se relaciona con una presencia mayor de pacientes con cáncer de cuello uterino, cuyo mayor factor de riesgo es el VPH. Sin embargo, “con el tiempo se comenzaron a hacer estudios también en los varones y, en la medida que los países fueron capaces de afrontar económicamente la vacunación de los hombres, empezaron a aplicarlas en Europa, Australia y Nueva Zelanda”.

Para Leandro Carreño, doctor en Ciencias Biológicas con mención en Genética Molecular y Microbiología, “es un error vacunar solo a las niñas, porque el hombre también transmite el virus”. El profesional explica que existe el fenómeno de la inmunidad colectiva o de “rebaño”, que se produce cuando al vacunar a una parte de la población se proporciona protección indirecta a los individuos no vacunados. “No es que el hombre vacunado no se infecte, pero el cuerpo elimina rápidamente el virus. Por lo tanto, controla esa diseminación (esparcimiento) y eso tiene un efecto comunitario”.

Doctor Leandro Carreño

Derribando mitos

La obligatoriedad de esta vacuna ha suscitado la curiosidad de padres y apoderados, quienes han acudido a distintas fuentes de información para aclarar dudas. Ante las interrogantes, el ministerio de Salud elaboró un manual de preguntas frecuentes, que detalla información con respaldo científico que avala el uso de estos tratamientos preventivos.

Sobre este punto, el profesor Carreño es enfático en destacar la seguridad de esta vacuna. “Ha sido probada extensivamente en muchos países y las normas son súper rigurosas. Acá tenemos al Instituto de Salud Pública (ISP), pero las ‘drogas’ que vienen de afuera deben estar aprobadas por organismos internacionales como el FDA (Food and Drug Administration) en Estados Unidos o el EMA (European Medicines Agency) en Europa, y ellos son súper estrictos.”

El profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile agrega que “es importante que la gente tenga confianza en sus científicos y científicas. Nosotros estamos financiados por dinero público de los propios chilenos, no existen conflictos de interés. La vacuna no le va a producir ningún efecto secundario indeseado”.

En la misma línea, Katia Abarca asegura que es una vacuna “de calidad”, pero que los supuestos efectos adversos difundidos en internet pueden despertar dudas en los padres. “Salió mucho en la prensa que la vacuna producía problemas neurológicos, pero se comprobó que era una reacción psicogénica. Cuando algunos países vacunaban alrededor de los 12 o 13 años se producía una sugestión característica de esa edad. Hubo niñas que se desmayaron, pero una reacción así puede ocurrir con inyecciones, extracciones de sangre, con cualquier cosa que vean”, indica.

Vacunación temprana

Algunos mitos han apuntado a la edad en que se administra la vacuna contra el VPH. Según la Octava Encuesta Nacional de la Juventud, los chilenos inician en promedio su actividad sexual a los 17 años, sin embargo, este plan de vacunación comienza a los nueve años, incluso antes de la adolescencia.

El sentido de la vacunación temprana, comenta Katia Abarca, es protegerse antes de comenzar las prácticas sexuales, de forma que no exista riesgo de haberse transmitido el virus, ya que es una vacuna preventiva, no curativa.

Leandro Carreño, en tanto, manifiesta que las decisiones de salud pública deben considerar la realidad nacional. “Hoy los niños comienzan a tener relaciones sexuales muy tempranamente, entonces si uno puede entrenar su sistema inmune antes mucho mejor, porque la inmunidad toma tiempo en alcanzar su peak, cada estímulo va re estimulándose, por lo tanto, cada vez se vuelve más fuerte. En tres años el cuerpo va a tener una memoria súper potente, porque es de larga duración”, aclara.

Educación para enfrentar la desinformación

Lejos de los cuestionamientos, la comunidad científica coincide en los múltiples beneficios de la vacunación. Para la investigadora Katia Abarca constituye “una de las herramientas más poderosas de la medicina y salud pública”, siendo la segunda de las intervenciones que ha salvado más vidas, después del acceso al agua potable. Además, puntualiza, han erradicado enfermedades como la viruela y de ellas también depende eliminar en los próximos años la poliomielitis, el sarampión y la rubéola congénita.

Lo importante, explica Leandro Carreño, es comunicar la importancia de la prevención. “Uno de los problemas más grandes para convencer a la gente de que las vacunas son buenas es que lo hemos hecho desde una mirada que no es la adecuada. La gente merece ser escuchada, y la verdad es que en Chile el acceso a la educación es tan desigual que uno no puede demonizar a una persona porque no sabe algo y la mejor forma es educándonos entre todos”, explica.

Bajo esta premisa el investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Chile impulsó el proyecto de investigación científica escolar “La última decisión”, una encuesta sobre la percepción de la vacunación desarrollada por estudiantes de la Fundación Educacional Escuela Amor de Dios de la comuna de Cerrillos, que clasificó al Congreso Regional de Ciencia y Tecnología del PAR Explora RM Sur Poniente.

“La idea es empoderar a las mismas alumnas, niñas de séptimo básico, a que aprendan cuáles son los beneficios de las vacunas basadas en sus propias investigaciones. En ese sentido los mismos alumnos pueden conversar con sus pares, porque si un niño entiende y reconoce que es importante, va a hacer presión con los papás y se va generar una discusión en la familia, que hoy no se da”. Esto, finalmente, va a generar un “círculo virtuoso que beneficiará a todos”, remata el científico.

Texto y fotos: Paula Fredes Cortés

 

 

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