Melipilla, Talagante y Maipú son las comunas a las que pertenecen aquellos estudiantes que mostraron alto compromiso e interés por la ciencia, la tecnología y las humanidades a través del Proyecto Explora. Hoy nos cuentan desde la carrera que soñaron en la universidad, cómo lograron este objetivo y cómo se preparan para esta nueva etapa de sus vidas que empiezan gracias a su perseverancia y compromiso.
Carlos Rubio camina por los pasillos de la casa de estudios que hoy lo acoge, buscando la sala de su próxima clase. La Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile será su segundo hogar por los próximos cinco años, tal como lo soñó. Previo a la hora de almuerzo se acerca al edificio central para dar esta entrevista: “Yo conocí a Explora gracias a mi profesora de Química Ana María Olave, que si no hubiese sido por ella quizás ni siquiera estaría acá en la universidad. Cuando empecé a participar en Explora me gustó todo, el trabajo en equipo, el método de investigación, los temas que abordamos. Yo lo pasaba bien dentro del proyecto, y que me haya servido para entrar a la universidad fue circunstancial”.
Carlos Rubio
El colegio Boston College La Farfana de Maipú fue el establecimiento donde realizó sus tres años de investigación en Explora, junto a su mejor amigo Ricardo González, quien también gracias a Explora ingresó a la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile a la carrera de Contador Auditor.
“Yo hacía todos los trabajos con Carlos y él me habló de que podríamos sumarnos a las investigaciones de Explora. Lo que más me incentivó es que puedes abordar temas que te interesan que van más allá de las asignaturas y que no solo evolucionas como estudiante, sino que también como persona”, cuenta al teléfono desde la universidad en su primera semana de clases.
Investigar hacia adentro
Los contextos han sido fundamentales para delimitar los temas de investigación de los estudiantes, puesto que siempre amparados en la contingencia y los avances de la ciencia se definen las aristas temáticas para desarrollarlos. Es así como desde las comunas rurales del sector Sur Poniente de la Región Metropolitana dos estudiantes relatan cómo se enfrentaron a las coyunturas tan especiales de los últimos años.
Desde Melipilla, Alondra Araos cuenta su experiencia sobre cómo fue participar en Explora en un contexto de pandemia. “Nuestra profesora, Carolina Catalán, siempre continuaba con el tema de investigación con las nuevas generaciones de estudiantes, entonces así la investigación iba avanzando año a año. Por la pandemia tuvimos que volcarnos a un tema que fuera diferente y que pudiéramos abordar sin tener que trasladarnos mucho, y empezamos a investigar las zonas de sacrificio en Melipilla”. Alondra trabajó durante dos años en Explora sin saber que podría ingresar a la universidad a través de un cupo especial, y cuando se le presentó la oportunidad no dudó en tomarla y lo logró: hoy estudia Odontología en la Universidad Finis Terrae.
El colegio Bicentenario de Talagante fue el establecimiento en el que Antonia Fernández desarrolló su investigación bajo la tutela de su profesora Cristina Chakana, que buscaba enfocarse en los problemas locales del liceo. “Nuestro proyecto inicial era la reutilización de los residuos de la leche como fertilizante, pero por el estallido social y la pandemia no pudimos seguir yendo al laboratorio de la Universidad de Chile, que era donde llevábamos la investigación. Entonces cambiamos el tema y empezamos a investigar la presencia de mujeres en los electivos STEM del liceo”, relata.
Esta oportunidad le hizo descubrir una versión de sí misma que desconocía, ya que tuvo que ser guía de los nuevos integrantes del proyecto, debido a que era quien tenía mayor trayectoria. Al igual que los otros estudiantes tampoco supo del cupo Explora-UNESCO hasta que se presentó la oportunidad de postular: hoy estudia Medicina en la Universidad de O’Higgins, gracias a su participación en el proyecto.
Antonia Fernández
Cambio de aires
Para Marisol Meza, de Maipú, esta nueva etapa es aún más desafiante. No solo empezó una nuevo periodo de su vida en la universidad, sino que también ha tenido que cambiarse de ciudad. Escogió Ingeniería Civil Ambiental después de darle muchas vueltas si estudiar o no Biología, y relata que “en Chile es difícil trabajar en la ciencia porque no está tan valorada, entonces empecé a averiguar sobre las ingenierías y vi la malla en la Universidad Técnica Federico Santa María de Valparaíso y me encantó la opción de unir lo ambiental con la ingeniería”.
Con las dificultades de la pandemia y de tener que perseverar un proyecto que fue totalmente telemático, Marisol destaca que estas oportunidades son muy importantes para aquellos que sienten curiosidad por el mundo y los fenómenos: “El valor no está solamente en el resultado de la investigación, está también en el trabajo con los compañeros, el conocerse, entender los ritmos, comprometerse con la responsabilidad del equipo, para mí eso fue lo más destacable”. Hoy estudia la carrera que escogió gracias a Explora.
Marisol Meza
Un hito en particular hizo que Valentina Yáñez decidiera estudiar Odontología en la Universidad Autónoma. La estudiante del Colegio Boston College La Farfana de Maipú cuenta que estuvo “en una crisis vocacional desde primero a cuarto medio, parte de ese tiempo estuve usando brackets, y cuando me los saqué fue tanta la felicidad que sentí que pensé que quería hacer eso por el resto, quería ayudar a que las personas sintieran la misma felicidad que yo, por eso me decidí por odontología”.
Valentina Yáñez
