“Detectives de la Naturaleza” se llama la publicación que enseñará a reconocer plantas y animales de la Región Metropolitana y será distribuido en algunos colegios de La Pintana, La Granja y Pedro Aguirre Cerda.
¿Sabrías diferenciar entre un chincol y un gorrión, un mirlo y un tordo? ¿O tal vez, decir a qué especie pertenece la lagartija que encontraste mientras jugabas en el patio de tu casa? En una época en que las pantallas ocupan el centro de la atención de niñas y niños, lo más probable es que la respuesta a esta pregunta sea un “no”. No es extraño que muchos desconozcan, también, que el enorme árbol con hojas dentadas que está en el patio de la casa se llama quillay, y que es una especie nativa de Chile perteneciente a lo que se conoce como “bosque esclerófilo”, típico de la zona central.
Información como esta es la que proporciona el proyecto “Detectives de la Naturaleza”, desarrollado por Loreto Bornscheuer, médica veterinaria de la Universidad de Chile con estudios en gestión ambiental y desarrollo sustentable. El proyecto trata de un libro de bolsillo que ayudará a niños y niñas, entre los 7 y los 10 años, a identificar las diversas especies animales y vegetales que habitan en la Región Metropolitana.
“Este producto permitirá que vayan reconociendo especies con las que cohabitan en su entorno. Cuando lo hagan, se sentirán parte de esta naturaleza y van a querer cuidarla. Además, se les abrirá un nuevo mundo que querrán investigar”, señala Bornscheuer.
La revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), publicó un estudio del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental de Barcelona que revela una asociación entre el rendimiento académico y el contacto con la naturaleza en estudiantes de nivel básico. El artículo asegura que “los ambientes naturales, incluyendo las áreas verdes, dan a los niños oportunidades únicas para aventurarse, correr riesgos, descubrir, ser creativos, asombrarse, etc.” Algunos autores, incluso, han postulado que existe un trastorno por déficit de naturaleza (o TDN), como el filósofo australiano Glenn Albrecht, quien argumenta que este mal produce enfermedades como ansiedad, estrés, déficit atencional, obesidad y problemas respiratorios, entre otras.
Este libro intenta aportar, de una forma entretenida, a la solución de estos problemas. Las especies que aparecen en la publicación se pueden encontrar en muchas comunas de la Región Metropolitana, por esto será trabajado en colegios de La Pintana, La Granja y Pedro Aguirre Cerda. “Las personas imaginan un día de naturaleza como ir a la montaña, ir a la playa, o salir a acampar. Pero la naturaleza está en todas partes. Por esto quise centrarme en lo urbano, en lugares cercanos a los niños de estas comunas”, explica Bornscheuer, quien además de entregar los libros realizará un seguimiento de los avances de los niños y niñas, con apoyo del Programa de Apoyo Docente del PAR Explora RM Sur Oriente y FAVET, de la Universidad de Chile.
La asesoría científica del proyecto está a cargo del Dr. Cristóbal Briceño, académico de FAVET y experto en especies invasoras. “La propuesta de este libro es que los niños se den cuenta de las distintas formas de vida que les rodea. Acercarlos a la naturaleza urbana dentro de su entorno, ya sea en una plaza, o en el patio de la casa. Observando, ellos podrán maravillarse y aprender que en su patio no sólo hay insectos sino también moluscos, que son los caracoles, y también hay crustáceos, que son los chanchitos de tierra. Luego, se darán cuenta que en la plaza más cercana no solo vuelan dos tipos de pájaros, sino que son más de 10 especies distintas, las cuales si observan podrán conocer”, sostiene.
El Dr. Briceño destacó la importancia de que la población conozca su entorno y asuma responsabilidades con el ecosistema. Especialmente, porque hace algunos años, la revista Science publicó que la zona central de Chile está entre los 25 lugares que requieren acciones de conservación urgente en el mundo, dado su alto nivel de endemismo y gran impacto antrópico.
“Actualmente se estima que la mitad de la población mundial vive en ciudades y, para el año 2050, ese número subirá al 70%. Queremos que las niñas, los niños y sus familias reconozcan la naturaleza, no como algo ajeno, lejano o inexequible (como podría ser el bosques de Amazonas o la sabana africana), sino en su espacio más cercano, sus patios, plazas y espacios públicos vecinales. Queremos que primero conozcan, luego se interesen y así, se motiven a cuidar sus espacios naturales urbanos,” concluye el experto.
Tras el lanzamiento del proyecto, docentes y estudiantes tuvieron la posibilidad de explorar las dependencias de Mundo Granja en FAVET y buscar algunas especies observando los animales y huertos del lugar.
“Justo estamos viendo las plantas que nos sanan en Ciencias Naturales. Ellos asociaron todo cuando vieron el huerto de plantas medicinales, nada mejor que llevarlos a lo práctico, a lo concreto. Así entra mucho mejor el aprendizaje”, contó Jovana Lepe, profesora de Ciencias Naturales, del Liceo N°523, Parque de las Américas.
Las niñas y los niños también se mostraron muy contentos con la visita y el libro. “Me gustó venir, aprendí que las plantas son buenas para que respiremos. Conocí las propiedades de la menta”, señaló el estudiante de cuarto básico Bairon Valdivia, quien contó que trabajará el libro con su mamá y papá. Por su parte, Dafne Escalona, también de cuarto básico, agregó: “compartí con la naturaleza, me gustó ver los árboles y las plantas. Supe que la flores, crecen, maduran y se transforman en semillas, cuando se ponen café. En mi casa voy a salir a explorar con mi hermano”.
“Detectives de la Naturaleza”, beneficiará a cientos de estudiantes de las comunas de La Pintana, La Granja y Pedro Aguirre Cerda. Quienes reciban el libro, serán parte de un seguimiento por parte del mismo proyecto, para medir el impacto y beneficios de la iniciativa, parte del XXII Concurso Nacional de Proyectos Explora de Valoración y Divulgación de la Ciencia y la Tecnología 2018-2019
