El camino de la ciencia escolar

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  • 12 Julio, 2019

Cristian Molina comenzó su trayectoria en la investigación científica en su liceo a los 12 años. Con sus investigaciones participó en encuentros regionales e incluso creó una guía de avistamiento de aves para el Humedal Petrel. A sus 18 años, y gracias a su trayectoria en investigación, ingresó a la universidad a través del Cupo Explora, para seguir investigando. Cada uno de sus pasos ha sido apoyado por el programa Explora y aquí nos cuenta cómo ha sido su experiencia.

Cristian Molina es actualmente estudiante de medicina de la Universidad de O´Higgins. Es su primer año e ingresó a la casa de estudios gracias al Cupo Explora, una iniciativa impulsada por el programa Explora de CONICYT y UNESCO, que ofrece cupos universitarios a estudiantes con trayectoria académica vinculada a las ciencias.

Para postular a esta vía de ingreso transitó un largo y fascinante camino que comenzó en 7mo básico, cuando tenía 12 años. “Un día estábamos en recreo y en una pared de mi colegio vi un afiche que me llamó la atención, era la invitación a un taller de ciencias que comenzaría esa semana”, señala haciendo referencia al día que decidió ingresar a la Academia Científica Escolar, asesorada por el PAR Explora O’Higgins, en el colegio Charly’s School de la comuna de Pichilemu.

“Cuando ingresé a la academia comencé a descubrir cosas que nunca se nos habían enseñado en las salas de clases, pude observar la anatomía de los animales e incluso crear un microscopio casero”, menciona. Pese a que sus investigaciones estaban fundamentalmente asociadas al cambio climático, luego su interés se concentró en la medicina. “A mí me interesa fundamentalmente la investigación, quiero devolverle ese granito de arena al planeta”, continúa, destacando la necesidad de formar investigadores e investigadoras en el país.

El camino de la investigación

Habiendo ingresado ya a la academia científica escolar –iniciativa que es impulsada por el Programa Explora en establecimientos educacionales de todo el país– Cristian participó de las ferias científicas escolares organizadas por el Liceo Agustín Ross de la comuna de Pichilemu. Luego, con sus profesores iniciaron una investigación cuyo tema abordó la biodiversidad existente en el Humedal Petrel. Fue con este proyecto que se presentaron al Congreso Regional de Ciencia y Tecnología Explora CONICYT 2015, momento en el que, además de hacer amigos y recibir diplomas, se empoderó en la ciencia. “Cosas que antes observaba con una mirada tan superficial e inocente ahora las observo con otros ojos, les tomo mayor valor e importancia, utilizando la ciencia como medio para descubrir el verdadero valor de las cosas”, explica.

El protagonista de esta historia recuerda con pasión ese Congreso 2015. “En estas instancias puedes encontrar investigaciones de todo tipo, desde experimentos relacionados a la astronomía hasta investigaciones del uso de la acción de fertilizantes en la tierra. Además te motivas a explicar, ya que en un momento tienes a una persona en tu stand y luego 10 o más queriendo escucharte”.

Junto a esto destaca lo fundamental del trabajo en equipo, “si tú y tu compañero manejan el tema, no tienen que tener miedo de lo que pueda suceder”, expresa con orgullo, destacando luego que este trabajo colaborativo se vio reflejado en la elaboración de la Guía de avistamiento de avifauna del Humedal Petrel, un documento de revisión para turistas y locatarios de la zona.

Profesores y guías inspiradores

Todo proyecto de investigación científica escolar, debe ser guiado por un docente. Muchos de ellos dedican horas extraordinarias, realizan talleres semanales en sus escuelas o salen a terreno en la zona u otras localidades, abriendo un mundo a cientos de jóvenes año a año. Los profesores de Cristian no son la excepción, Marcelo Miranda y Carolina Allende, profesores de enseñanza media de la comuna de Pichilemu, han forjado esta ruta y hasta hoy continúan desarrollando investigación escolar en su comuna. “Con ellos no solo crecí como investigador, sino como persona. Fueron más de seis años trabajando en conjunto, se creó un lazo muy bonito en el equipo de trabajo. Cuando trabajas con gente que te llena y que sabes que confían en lo que haces, el trabajo deja de ser trabajo. Ellos hicieron que yo sintiera amor por lo que investigaba”, expresa el estudiante de medicina.

Menciona que fueron sus profesores los que comenzaron con las academias en su colegio, quienes construyeron redes para llevar esto adelante. “Ellos trabajaban en dos colegios en ese tiempo. Agradezco profundamente haberme topado con semejante calidad de seres humanos que me ayudaron comprender que la ciencia y la investigación te abren puertas para poder seguir expandiendo tus conocimientos”.

“Con ellos (sus profesores) no solo crecí como investigador, sino como persona. Fueron más de seis años trabajando en conjunto, se creó un lazo muy bonito en el equipo de trabajo. Cuando trabajas con gente que te llena y que sabes que confían en lo que haces, el trabajo deja de ser trabajo. Ellos hicieron que yo sintiera amor por lo que investigaba”

 

La oportunidad del Cupo Explora

 “Yo nunca fui un alumno de sietes”, menciona Cristian, “tenía buenas notas, sí, pero las notas no son tan importantes en estas instancias. Lo que es importante es la constancia, el compromiso y la perseverancia para que las cosas funcionen, ya que muchas veces ocurre que tienes que volver a escribir un documento o no puedes hacer un monitoreo porque el día esta nublado, o el tiempo te comienza a jugar en contra. Esas son las cosas que tienes que saber afrontar y superar”.

Esta perseverancia fue la que lo motivó a postular al Cupo Explora. Sucedió en Concepción, cuando participaron de uno de los Congresos Nacionales Explora; allí tuvo que presentar una investigación con su compañera Belén Salomón, “mis profesores me hablaron sobre el Cupo Explora, que daba la opción de ingresar a la universidad a través de la trayectoria científica y no del puntaje PSU. Al principio no pensé en que podría quedar, sin embargo, decidí postular”.

“Participar en instancias de investigación escolar te abre muchas puertas, pero creo que lo más importante es que esto te incentiva a hacer lo que te gusta, investigar algo que nazca de ti, no algo impuesto por otros. Cuando trabajas haciendo algo que te gusta puedes llegar a crear grandes cosas”

 

“En primer lugar, debes mandar tus diplomas de ferias científicas, congresos regionales, nacionales a la plataforma de EXPLORA. Decidí como primera opción a la U de O’Higgins. Me contactaron desde la universidad después de haber validado mis certificaciones y grabar un video sobre mis intenciones de estudiar medicina”, explica.

El ejemplo de Cristian puede representar a muchos jóvenes que han tomado una elección durante su enseñanza básica o media y que, a la larga, puede traer muchos beneficios. “Participar en instancias de investigación escolar te abre muchas puertas, pero creo que lo más importante es que esto te incentiva a hacer lo que te gusta, investigar algo que nazca de ti, no algo impuesto por otros. Cuando trabajas haciendo algo que te gusta puedes llegar a crear grandes cosas”, señala el joven estudiante.

Luego de este largo proceso, en diciembre de 2018 le informaron que había quedado en Medicina, su primera opción. “Gracias a esta gran vía que te abre Explora ingresé a la universidad… que alguien valore la vocación científica y la participación en el ámbito de la investigación me abrió puertas, y eso es un beneficio que nunca busqué, pero llegó”, enfatiza al finalizar esta entrevista.

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