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Infancia y ciencia: jugar, preguntar y experimentar para el mundo asimilar

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  • 16 Noviembre, 2022

Educadoras y asistentes de párvulos, y también, educadoras diferenciales, fueron parte de la versión 2022 del Programa de Indagación para Primeras Edades, PIPE, y en estas líneas, comentan sobre la experiencia de enseñar a niñas y niños a descubrir el valor de la ciencia.

La infancia, esa maravillosa etapa, sin duda, lleva adosada instantes que nos van forjando como personas, entre ellos, la sorpresa ante lo nuevo y la fascinación por descubrir el mundo mediante muchísimas preguntas. En este contexto, ¿la curiosidad de la niñez es una etapa que, con el tiempo, se puede convertir en una habilidad? Quizá en la adultez esté la respuesta, ¿no?

Precisamente, personas profesionales de la educación de la Región de Coquimbo han tenido la oportunidad de aprender contenidos científicos y estrategias metodológicas, y también, conocer recursos educativos para enseñar a niñas y niños a descubrir el valor de la ciencia para desarrollar competencias para enfrentar los desafíos del siglo XXI, pero por sobre todo, para que en la infancia descubrir el mundo sea un momento inolvidable.

Estas personas, principalmente educadoras y asistentes de párvulos, y también, educadoras diferenciales, fueron parte de la versión 2022 del Programa de Indagación para Primeras Edades, PIPE, desarrollado por el Proyecto Explora Coquimbo del Ministerio de Ciencia y ejecutado por la Universidad Católica del Norte.

¿Cuáles fueron los momentos que destacan de este aprendizaje? ¿Cómo desarrollaron competencias científicas en niños y niñas, para que, de esta forma, conozcan y comprendan el mundo que les rodea? De ello y más les preguntamos a algunas de las educadoras participantes de PIPE en nuestra zona.

Aprendizaje con niñas y niños

“PIPE es una instancia de aprendizaje para educadoras que te entrega herramientas para trabajar el área de la ciencia, y este trabajo se complementa con las otras asignaturas y áreas con las cuales trabajan nuestros niños y niñas”, comenta al respecto Daniela Álvarez, Educadora de Párvulos del Colegio San José de La Serena, al mismo tiempo que destaca el proceso de aprendizaje conjunto: “hemos aprendido muchísimo de los niños, con los niños y para los niños, así que agradecemos esta instancia”.

¿Y cómo vivieron esta iniciativa sus educandos? Daniela relata que la motivación fue una constante. “Siempre estuvieron interesados en participar, vimos su capacidad de asombro, su interés por indagar y por seguir aprendiendo, extendiendo más allá los conocimientos obtenidos en cada experiencia científica”, agrega.

Con esta experiencia, la educadora no duda en motivar a que sean más las docentes que se sumen a este programa: “invito a todas las colegas a que se inscriban en PIPE, una instancia que entrega herramientas, que se trabaja colaborativamente y que nos permite crecer profesionalmente para seguir apoyando la educación de niños y niñas, en cada una de las comunidades educativas que integramos”.

Apropiarse de la ciencia

La apropiación de la ciencia y algunos de sus conceptos por parte de sus educandos es lo que destaca Daniela Jaramillo, Educadora de párvulos del colegio Javiera Carrera de La Serena. “Mi experiencia fue muy gratificante al ver cómo las niñas generaban aprendizaje significativos y trascendental. Les gustó cada experiencia de las que hemos realizado en PIPE, ya que podían apropiarse de conocimiento, e incluso, de vocabulario científico”.

Igualmente, la docente resalta la oportunidad de intercambiar experiencias y aprender del trabajo realizado por otras educadoras: “fue muy importante compartir con otros colegas, con todo lo que han vivenciado a través de esta experiencia llamada PIPE, ver otras realidades de otros niveles de otros establecimientos, y poder compartir tanto lo que hemos vivido nosotras en nuestro colegio, como otras colegas”.

Aprender a reflexionar

Una siembra para el futuro de un desarrollo integral de niños y niñas es lo que destaca de PIPE Macarena López, Educadora de Párvulos del Colegio San Francisco Javier de Coquimbo, relevando la importancia de trabajar con las ciencias, “porque ellos necesitan aprender y experimentar desde las primeras edades, para que en el futuro no se les dificulte todo lo que tenga que ver con las indagaciones, con los científicos, con las matemáticas, con el pensamiento crítico, etc.”.

Asimismo, la educadora sostiene que este tipo de experiencias ayudan mucho “a que los niños logren tener reflexiones y análisis en un futuro, cuando vayan creciendo y pasando de nivel en toda la enseñanza básica, que es lo que se les viene posterior a la educación parvularia”.

¿Y qué tal fue la acogida de su curso con las actividades de PIPE? Macarena es enfática al señalar que su acogida fue maravillosa. “Ellos experimentaron, la pasaron excelente, utilizaron sus medios más primitivos en la experiencia de animales congelados, lo disfrutaron, lo vivenciaron y lo pasaron excelente; así que fue muy enriquecedor participar de PIPE este año con mi kínder, que es mi curso actual con el cual apliqué las experiencias”.

Finalmente, la educadora no duda en mencionar que PIPE es un programa que recomendaría a sus colegas: “lo recomiendo cien por ciento, de hecho, le dije a mi colega que me hubiera gustado participar con ella, que es la educadora del pre kínder, pero por temas de tiempo no pudo mandar la documentación, y yo he estado todo el año diciéndole que participe, y por ello, creo que lo más probable es que el próximo año ella también postule a esta experiencia científica”.

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