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Fernando Molt, neurólogo: “Hay varias cosas que uno pudiera dejar de hacer, pero uno no puede dejar de dormir ni dejar de alimentarse”

Fernando Molt
  • 30 Junio, 2022

Dime cómo duermes y te diré cómo te sientes. En nuestro país, las cifras que reflejan el descanso nocturno no son nada alentadoras. Por ello, y buscando conocer también cómo la ciencia aborda los trastornos del sueño, conversamos con el Dr. Molt.

¿Cuál es su relación actual con su almohada? ¿Siente que duerme lo suficiente? ¿Cuándo despierta, se siente recuperado/a? De seguro, sus respuestas serán variadas, pero si ponemos atención a los estudios al respecto, una mala relación con Morfeo es pan de cada día para las chilenas y chilenos. Según la última Encuesta Nacional de Salud en Chile, publicada en marzo de 2020 (es decir, antes de la pandemia), un 63.2% de las personas sospecha presentar trastorno del sueño de algún tipo, siendo los más comunes el insomnio y la apnea (trastorno común en donde la respiración se interrumpe o se hace muy superficial).

Ok, ¿y qué pasó después de la pandemia? Un 50% de la población chilena sufrió trastornos del sueño durante la pandemia, y aún en post pandemia presentan síntomas. La cifra es fruto del estudio: “El sueño y sus alteraciones durante el periodo de pandemia en Chile: estudio transversal con instrumentos validados”, realizado por la Universidad Católica del Norte, UCN, sede Coquimbo.

Estamos durmiendo de regular a pésimo, y considerando que los días (y especialmente las noches) en el país siguen siendo inciertos, acudimos a la ciencia para saber qué y por qué pasa lo que pasa. Para ello, conversamos con Fernando Molt, médico neurólogo y especialista en trastornos del sueño del Hospital San Pablo de Coquimbo, miembro de la Sociedad Chilena de Medicina del Sueño (Sochimes) y académico de la UCN Coquimbo.

¿Por qué es tan importante el sueño para el ser humano?

Bueno, el sueño no solamente es importante, sino que es inherente al ser humano, y especialmente inherente a varios animales. Hay varias cosas que uno pudiera dejar de hacer, pero uno no puede dejar de dormir ni dejar de alimentarse. Por lo tanto, el sueño es parte de un ciclo que se llama ciclo circadiano, palabra que significa cerca de un día, o que dura más o menos un día, y es el ciclo de sueño y vigilia. Y esto nos permite mantener lo que se conoce como homeostasis, que es mantener bien el equilibrio interno y externo. Entonces el sueño tiene funciones de homeostasis y tiene funciones de mantener distintas estructuras a nivel de nuestras moléculas y células para mantener una buena salud.

Dentro de las funciones que se reconocen al sueño está la endocrina, es decir, aquella función de secreción de algunas hormonas que sólo secretan, o que se secretan bien, durante el sueño; y la función del sueño en cuanto a la desintoxicación, pues en algunas fases del sueño se pueden barrer algunos radicales libres a nivel de las mitocondrias. También, algunas toxinas se pueden renovar durante el sueño; y asimismo, está la función de aprendizaje, y eso para todos los animales, incluyendo los humanos, en la cual la memoria de mediano y largo plazo se fija en una fase específica del sueño que es la R.E.M (movimientos oculares rápidos).

¿De qué forma la ciencia investiga hoy los trastornos del sueño?

La ciencia y la medicina del sueño son relativamente recientes. Los primeros estudios del sueño en humanos son de la década de los 70 y 80, y en nuestro país, los primeros estudios se hicieron en los años 90. Y hoy en día hay varias formas de poder estudiarlo: están los estudios de sueño que se hacen a un paciente en particular, que se llama polisomnografía para ver una noche de sueño, y también, están los estudios para ver comportamientos de sueño en poblaciones específicas, a través de encuestas de sueño o diarios de sueño para hacer encuestas de cómo estamos durmiendo. Igualmente, hay estudios de comportamiento de sueño que se hacen por semana, que son las actigrafías de los ciclos de sueño y de vigilia.

Según su experiencia profesional a la fecha, cómo evalúa el estado actual del sueño en la población. ¿Recibe muchos/as pacientes con insomnio u otros trastornos?

La principal causa de consulta en trastornos del sueño es el insomnio, que es en el mundo la principal causa de consulta en patología del sueño. En relación al resto del mundo, en Chile es muy frecuente el insomnio, y esto aumentó con la pandemia. El insomnio se define como dificultad de inicio, mantención del sueño o despertar precoz.

Además de los más de 2 años de pandemia, ¿ha detectado otro factor de directa incidencia en estos problemas del sueño?

El estrés social: familiar, de trabajo y estudios; el confinamiento; las medidas de restricción social; sumando también a la incertidumbre. Son factores que pueden afectar en forma significativo el sueño, especialmente en el insomnio.

La vuelta a la presencialidad, ¿cree que ya es un factor gatillante de nuevos trastornos o problemas para dormir?

Los cambios en general pueden complicar el sueño, afectado en el insomnio. La vuelta a la presencialidad, si bien es positiva, produjo un quiebre de tipo de trabajo, lo cual produce mayor estrés y exigencia, hecho que puede afectar el sueño en algunas personas.

En el escenario actual, ¿cree que resulta más difícil intentar crear y mantener una buena higiene del sueño?

La incertidumbre y estrés puede afectar, especialmente en el insomnio.

¿Resulta posible programar el sueño en función de la hora en que se debe despertar y en función de los ciclos y etapas del sueño, para así despertar con más facilidad y/o ánimo?

Se debe prestar atención en mantener buena higiene del sueño, con ciclos mantenidos, inclusive, los fines de semana. Para ello recomiendo llevar a la práctica estas medidas de higiene del sueño: https://apneasdelsueno.cl/wp-content/uploads/2021/02/Dormir-Bien.pdf

Finalmente, ¿a qué síntomas o problemas debiese prestar atención y/o preocuparse una persona respecto a su sueño?

Tener un día de trastorno del sueño puede ser normal, y si es ocasional, no es un gran problema a largo plazo. Si el trastorno del sueño se mantiene más de 3 o 4 semanas, se debe consultar con un/a especialista.

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