Home / Coquimbo / Noticias

Construyendo un ecosistema de divulgación en la Región de Coquimbo

IMG_1049
  • 26 Noviembre, 2019

La iniciativa “Semilleros de divulgación” busca darle una nueva mirada a las tradicionales ferias escolares que realizan los establecimientos educacionales, invitando a toda la comunidad y generando lazos para que la ciencia se instale en el territorio.

Si uno hace un recorrido por las distintas comunas del país podrá darse cuenta de que existen cada vez más ferias escolares organizadas por establecimientos educacionales, generando espacios para que los estudiantes y docentes puedan dar a conocer, en la mayoría de los casos, lo que sus compañeros han realizado durante el año o los trabajos que se generaron en las asignaturas científicas.

Antofagasta, Santiago u Osorno, la situación es muy similar. Una hilera de stands en donde niños y niñas muestran sus indagaciones, captando la atención de un público que disfruta de las investigaciones que se han ido desarrollando.

En este contexto y asumiendo que el interés de los docentes por realizar estos eventos va en aumento, es que el PAR Explora de CONICYT Coquimbo quiso ir más allá y buscó generar en estas ferias escolares un ecosistema de conocimiento al que nombró “Semilleros de divulgación científica”. Esta iniciativa involucra a la comunidad local, fomenta la mirada de género en espacios educativos y fortalece la investigación científica escolar.

“Cuando hablamos de Semillero de Divulgación, hablamos de plantar y fertilizar ideas, de invitar y de promover la partida y fortalecimiento de diferentes procesos”, explica Sergio González, director del Proyecto y creador de esta actividad.

El docente de la Universidad Católica del Norte agrega, “al asistir a un Semillero, se comparte con la comunidad educativa de diferentes establecimientos; se habla de lo que se hace y del para qué de la ciencia local; tratamos de incentivar a las niñas para que opten por llegar a ser científicas; les compramos churrascas y “mote con huesillos” a las mamás; recibimos y damos regalos; en fin, es muy complejo tratar de describir todas las relaciones sociales que se forjan en esos momentos, así como imposible de describir cómo te emocionas y cómo esas cosas te mueven a hacer más junto a toda esa gente amable y cariñosa”, reflexiona.

Hacer ciencia en el barrio

Todo comenzó con el proceso de postulación. Es en esta etapa en que los profesores detectaron que en sus establecimientos había un deseo fundamental para desarrollar ferias científicas. Luego de esa radiografía al entorno más cercano, plasmaron todos sus deseos en un formulario que fue analizado por el equipo del PAR Explora, que determinó a qué colegios se les complementaría implementando “la semilla” de la divulgación.

La diferencia que tiene la concepción del semillero de una feria escolar tradicional, es que todo se tiene que basar en el entorno del propio establecimiento. Hay una revolución en los fondos, más que en las formas. Los proyectos científicos que presentan los estudiantes deben tener directa relación con lo que ocurre en su barrio, en su escuela o en su comuna. Un stand institucional no va a entregar folletería o material apilado en cajas, más bien da cuenta cuáles son sus procesos de investigación y cómo realmente un niño de Coquimbo o Vicuña se ve beneficiado con esa labor. En suma, una comunidad educativa que actúa localmente, que piensa globalmente y que contribuye al ecosistema de divulgación de la región mediada por el Programa Explora de CONICYT.

“Cuando hablamos de Semillero de Divulgación, hablamos de plantar y fertilizar ideas, de invitar y de promover la partida y fortalecimiento de diferentes procesos”, explica Sergio González, director del Proyecto y creador de esta actividad.

“Todos los años hacemos una feria científica y este año queríamos darle una temática distinta y encontramos que era necesario hablar del rol que está cumpliendo la mujer en la ciencia y recalcarlo y resaltarlo en la realización de este año en la feria”, nos cuenta el profesor Daniel Aros, de la Escuela Metodista, quienes se embarcaron en esta aventura junto al Francis School de Coquimbo. El objetivo de estos Semilleros es potenciar la ciencia que realizan las mujeres del país y, sobre todo, mostrar cómo las niñas de los colegios desarrollan proyectos científicos.

El Semillero es la oportunidad de mostrar la cultura propia del establecimiento

El trabajo de los Semilleros involucra a la comunidad más cercana, como los apoderados del establecimiento, otros colegios cercanos, las juntas de vecinos y diversas agrupaciones de la sociedad civil, como privados y el Estado. Reuniones y encuentros con cada uno de estos fueron necesarios para comenzar a cimentar esta iniciativa, valorando la importancia de hacer ciencia en el barrio.

En Chilecito, comuna de Monte Patria, se vivió un encuentro en donde la ruralidad fue el tema central de las exposiciones. Se encontró el apoyo de varias unidades que trabajan en esta materia, como por ejemplo la Universidad de La Serena, quienes llevaron una charla sobre la ciencia en entornos más alejados a los polos urbanos. Por otra parte, los estudiantes exhibieron proyectos científicos con una identidad local y que no podrían darse en otras zonas del país, ya que potenciaron sus indagaciones en la flora y fauna del sector.

La directora de la Escuela Chilecito, Sandra Andrades, estuvo muy ligada al desarrollo del evento y se enfocó en hacer un encuentro que tuviera su sello propio. “Nos planteamos el desafío de organizarlo y recién nos estamos metiendo en la investigación y hacer ciencia mucho más sistemática a nuestra realidad”. Por lo mismo la invitación se extendió a los establecimientos de las localidades más cercana, que viven una realidad similar: ruralidad, dispersión geográfica y un entorno árido. La docente pudo alentar el trabajo de sus estudiantes con el objetivo de darse cuenta que la labor científica no es sólo por una nota o un trabajo académico, sino más bien un cambio de perspectiva “a medida que acostumbremos a los niños a que la ciencia no es algo lejano, que es algo cotidiano, podremos contribuir a desarrollar conocimiento en la actualidad”.

La ciencia como una herramienta de cambio

El Semillero no sólo actúa como un evento que corona las investigaciones que realizan los niños y niñas durante el año en sus establecimientos. No es una feria escolar expositiva que termina en el momento en que se desarman los stands; nada de eso. Hay un trabajo previo, pero, sobre todo, una labor posterior que busca usar la actividad científica para el desarrollo local.

El encuentro es la oportunidad que los estudiantes investiguen para el beneficio de su comunidad más cercana

Desde este minuto comienza la siembra de la semilla, cuando se busca que los establecimientos comiencen a desarrollar un trabajo científico más sistemático, al proponerles ser parte de las academias científicas escolares y con ello, poder generar proyectos con una mirada local y que reúnan las condiciones para ser parte de las Ferias Provinciales o los Congresos Regionales.

También es el momento para que las raíces de la semilla empiecen a lograr una red de contactos y apoyos que antes no existían. La Junta de Vecinos conoce lo que hace el establecimiento, los apoderados no sólo ven el evento como un encuentro para aumentar sus fondos, sino que comienzan a alentar las aptitudes científicas de sus propios hijos; y el propio estudiante perfila su futuro educacional con una mirada científica. Y quien sabe qué otras alianzas se pueden generar con empresas, las instituciones participantes, la sociedad civil o el Estado.

Que los niños sean el principal motor de recepción de estos Semilleros es fundamental para que los brotes de la semilla sean efectivos en toda la comunidad y qué mejor que difundiéndolo con sus personas más cercanas. “Sabemos que el primer difusor de la información son los mismos niños. Ellos van a llegar contando y los apoderados se van a ver interesados en asistir a las próximas exposiciones científicas”, reflexiona la profesora Camila Santander del Colegio Cervantes de La Serena.

Todo esto busca potenciar la labor de la disciplina y su importancia para tener una sociedad más consciente de lo que hace y necesita. “Solo a través de la ciencia conocemos nuestro mundo y nuestro entorno, y solo a través de la ciencia podemos ir avanzando”, reflexiona Marcos Salazar, director del Colegio Raúl Silva Henríquez de Ovalle.

Generar un ecosistema global, comenzar a forjar futuras actitudes en la ciencia y lograr una comunidad de divulgación, son parte de los desafíos de este encuentro científico. Muchas veces cuesta, es una lucha ante la adversidad, pero la satisfacción del trabajo realizado es maravillosa, así lo cree el Director del PAR Explora Coquimbo, Sergio González, “sé que es poco y nada, y no les miento que no es fácil, no se gana mucho, se gasta mucho tiempo, no te van pagar incentivos, no es muy prometedor en lo material ni en el prestigio académico… pero, tiene un alto valor social y de verdad planta una semilla para cerrar brechas”.

En los primeros días de marzo se abrirán nuevamente los cupos para participar en los Semilleros de Divulgación Científica, y así seguir actitudes positivas hacia la ciencia en los estudiantes y docentes de la Región de Coquimbo.

ETIQUETAS:

COMPARTE: