Dr. Omar Sabaj Meruane
Director del Departamento de Artes y Letras
Director del Magíster en Estudios del Discurso
Profesor titular e investigador
Universidad de La Serena
Cuando se le pide a una niña o a un niño que dibuje a un científico aparece casi siempre la figura prototípica de un investigador, a veces una investigadora, con delantal blanco y con tubos de ensayo y pipetas. Esta imagen deja una huella en nuestro imaginario que implica una visión muy sesgada de la ciencia que no contribuye a su desarrollo, al menos, no de manera integral.
Por supuesto, hay ciencias que tienen implicancias tecnológicas evidentes. Por ejemplo, la electrónica y el desarrollo de los semiconductores, los avances de la óptica en la astronomía, o todo el conocimiento de las ciencias de la vida, y por supuesto, la medicina y su efecto en la pandemia.
Existen, también, otros investigadores que estudian de manera científica otras dimensiones del ser humano, cuyo efecto directo en una tecnología no es evidente. En el imaginario colectivo, estos no son científicos y, por cierto, no usan delantal blanco.
Al igual que en todo el país, en la Región de Coquimbo, existe una política científica y de desarrollo basada en “las ventajas comparativas” del territorio. Por ello, nuestra región es reconocida, a nivel nacional e internacional, por la biología marina, las zonas semiáridas y, la estrella de todas, la astronomía.
Desde hace muchos años, a nivel nacional, el 40% de los fondos de postdoctorado son para la astronomía; entonces ¿hay que dejar de estudiar astronomía o biología marina en nuestra región? Bajo ningún pretexto. Sin embargo, hay que cuidar que aquellos científicos e investigadores que no usamos delantal tengamos más recursos y vitrinas para mostrar lo que hacemos. Los investigadores sin delantal blanco estudian las conductas, las ideas y las expresiones culturales de las personas en sociedad, lo cual nos permiten entender cómo hacemos uso de la ciencia y la tecnología.
Entre otras investigaciones:
-Exploramos la forma en que se escriben y se evalúan los artículos de investigación de distintas disciplinas.
-Analizamos la capacidad que tienen los sujetos de reconocer emociones.
-Describimos las formas con las que se comunican los actores en todas las ciencias y las profesiones.
-Mostramos las características de los textos con que se forman los abogados y los médicos.
-Exponemos los atributos de la comunicación en los negocios.
-Analizamos la relación entre la capacidad argumentativa de sujetos inmigrantes.
¿Por qué no es bueno restringirse a las ventajas comparativas para el desarrollo de políticas científicas? Porque hay muchísimos talentos que no dependen de esas ventajas y lo único que necesitan es ser más apoyados. Estos talentos, que no están directamente relacionados ni a los laboratorios ni a los delantales blancos, no tienen límite.
Nada nos impide soñar que desde las regiones pueda surgir no solo investigación ligada a las ventajas competitivas del territorio (astronomía, biología marina, minería), sino que también, investigación científica de primer nivel en el campo de las humanidades, de las ciencias sociales y de la creación artística y la industria naranja, la cual ha adquirido un rol muy relevante en la pandemia.
