Por: Francisco Javier Santillana Santillana 
Educador de Párvulos
Desde el origen de nuestra cultura, la sociedad ha marcado claramente dos géneros: femenino y masculino, delimitando, extremadamente, diferentes tareas a cada uno de ellas y ellos.
Asimismo, desde los primeros años de vida, nos enfrentamos a una sociedad donde los roles asociados a la perspectiva de género son muy definidos, e igualmente, las normas, valores y reglas sociales que son entregadas por la socialización apuntan a la masculinidad y feminidad, obedeciendo a estereotipos sociales determinados; y como consecuencia, la masculinidad y feminidad deben asumir características culturalmente asignadas.
Hoy en día, las actuales generaciones han cambiado su pensamiento y su forma de enfrentarse al mundo, demostrando que tanto hombres y mujeres son capaces de desarrollar diferentes labores, sin tener que ser discriminados o estigmatizados por ello. Uno de estos cambios radica en la educación, en específico, en la educación parvularia, en donde hace algunos años existen hombres que se han ido preparando para entregar una educación de calidad a los niños y niñas del país.
La educación inicial es una etapa muy importante, porque es aquí donde los niños y niñas se desarrollan de manera integral, y la presencia de hombres en esta etapa educativa es mínima; entonces, cabe preguntarnos: ¿por qué es importante que los hombres estudien educación parvularia?
Existen pocos estudios sobre la importancia de los hombres en educación parvularia, y estos apuntan a que, si hay una participación activa de los hombres en esta etapa, se contribuye a la construcción de identidad, puesto que hombres y mujeres tienen diferentes formas comunicarse e interactuar.
Ser educador de párvulos me ha permitido descubrir la importancia de los hombres y las mujeres en la etapa inicial, ya que mostrarle a niños y niñas, desde temprana edad, que hombres y mujeres pueden trabajar juntos en un ambiente de afectividad, deja en evidencia que ambos géneros son capaces de enseñar y cuidar a niños y niñas, rompiendo los estereotipos socialmente impuestos.
Igualmente, el impacto que genera en los niños y niñas la presencia de educadores de párvulos es de gran relevancia, al evidenciarse la equidad en las relaciones que construyen los niños y niñas con ambos géneros.
Pero, ¿de quién es la responsabilidad de que más hombres se motiven a estudiar educación parvularia, considerando que la presencia del educador de párvulos es tan importante para el desarrollo integral de los niños y niñas del país? No debemos olvidar que el futuro de los niños y niñas depende mucho de cómo los adultos podemos aportar a su vida a nivel cognitivo, educativo y socioemocional.
