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Columna de opinión: Fiesta de la ciencia, una tradición que acerca la academia a la escuela

  • 30 Noviembre, 2021

Paloma Núñez & Claudia Hernández

Equipo de transferencia del conocimiento

CEAZA

Cada año la frase: Fiesta de la Ciencia o Semana de la Ciencia, o también, Mes de la Ciencia, se vuelve más común para investigadores/as y escolares. Inclusive, este año tuvo una contracción y la llamamos FECI 2021. Desde que esta actividad se realiza en la región, el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas ha participado ininterrumpidamente. En los inicios, por ahí por el 2006, CEAZA ya participaba con pequeñas de actividades de indagación científica, financiadas por el fondo EXPLORA en escuelas de La Serena, Cerrillos Pobres y Alcones. Luego, poco a poco el área de divulgación del centro fue aprendiendo y adquiriendo experiencia en conjunto a las comunidades educativas, formando redes de trabajo y vinculándose estrechamente con el programa EXPLORA de la Región de Coquimbo, formando parte de un inédito Comité técnico que vela por la asociatividad regional.

Actualmente, el Centro Científico CEAZA tiene uno de los equipos de transferencia del conocimiento más grandes y antiguos de Chile, y cuenta con diversos programas, como: Ciencia y Turismo, Ciencia Ciudadana y el laboratorio itinerante CEAZA Móvil. Aun así, la solicitud y demanda de la comunidad por adquirir conocimientos y conocer mejor qué hacen los científicos y científicas, sigue siendo un gran desafío, especialmente para mostrar de manera simple y entretenida lo complejo y profundo del quehacer científico.

El pasar de los años ha hecho que la “La Fiesta de la Ciencia” o “Semana de la Ciencia” sea una tradición al interior del CEAZA. Podemos decir que todos los investigadores/as del centro han participado, al menos, una vez en su vida en actividades como los Laboratorios Abiertos, 1000 científicos 1000 aulas (lo que hoy se llama Ciencia Abierta), Congreso Escolar de EXPLORA y otras acciones de divulgación sobre sus líneas de investigación. Esta valiosa actividad es considerada una oportunidad para que la comunidad conozca y valore el trabajo, muchas veces silencioso, que realizan los científicos y científicas de la Región de Coquimbo.

Revisando cifras, calculamos que hemos abierto las puertas de los laboratorios a más de dos mil estudiantes y cientos de educadores/as (en el más amplio sentido de la palabra) de la región, desde la educación parvularia a la enseñanza media, hasta estudiantes universitarios y técnicos de distintas disciplinas, quienes han conocido de primera fuente la investigación que hace el CEAZA y sus socios (UCN, ULS y INIA). Más allá de las cifras, desde nuestra perspectiva, el mayor aprendizaje se ha instalado en los investigadores/as y profesionales del centro, quienes en estas instancias ponen a prueba sus habilidades comunicativas y empatía, nutriéndose con las preguntas sencillas y otras veces complejas de los/as escolares… quienes también los ponen en aprietos de vez en cuando. Pero lo que más llena y despierta nuestras mentes y corazones, es ver los ojos de los/as jóvenes maravillados con las muestras naturales al ingresar a los laboratorios y escuchar los relatos de las y los investigadores.

Podemos decir, desde la experiencia y en propiedad, que la Fiesta de la Ciencia es una inyección de energía anual para la investigación del CEAZA; nos permite mejorar y comunicar de manera pertinente y aterrizada todo lo que hacemos con tanto esfuerzo y amor. Esta dedicación es percibida por los/as escolares y profesores/as, y muchas veces, es difícil de medir e identificar la magia que gatilla en el público el encantarse con los saberes, muchas veces lejanos para los/as escolares. A pesar de esto, después de tantos años de conmemorar la Semana de la Ciencia, podemos decir que algún legado hemos dejado, como por ejemplo, un joven de 4° Medio que quería estudiar medicina, y que después de la experiencia de visitar el laboratorio abierto de Paleobiología a cargo del Dr. Marcelo Rivadeneira, tuvo un vuelco en su interés y decidió ingresar a Biología marina en la UCN, donde es ayudante del laboratorio desde primer año. Esta y otras experiencias, tan potentes, hemos tenido la suerte de conocer y disfrutar.

La pandemia no limitó nuestra misión y hábito de participar en la Semana de la Ciencia, pues durante la cuarentena nos adaptamos y realizamos “Laboratorios abiertos virtuales”, y simulamos el recorrido que hacían los/as escolares y profesores/as. Logramos abrir espacios de diálogo online y diseñamos talleres para mantener la interacción con el público. Por ejemplo, durante FECI 2021, compartimos con el público online la experiencia de visitar con el CEAZA Móvil a las escuelas rurales. Pudimos generar vivencias valiosas, a través de charlas y actividades lúdicas que cautivaron a niñas y niños, quienes comprendieron que ser científico o científica puede ser, también, una opción de vida. Sobre todo cuando Chile necesita más ciencia, y para ello, nuestra región es un laboratorio natural idóneo para su desarrollo.

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