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Columna de opinión: En la inestabilidad del cambio ¿cómo afrontar asertivamente una pandemia?

COlumna Muriel
  • 27 Abril, 2020

¿Cómo poder utilizar este potencial a favor de nuestra salud mental en tiempos de COVID-19? Tomando conciencia de nuestras capacidades y limitaciones actuales, aceptando la vulnerabilidad que tenemos al contagio, desarrollando flexibilidad a los cambios cotidianos a consecuencia del virus, reflexionando sobre nuestro estado de ánimo.

 

Por: Muriel Vera Mora, Psicóloga.

Magíster en psicología clínica y psicoterapia. 

Estamos viviendo un momento en que la Tierra le obligó al mundo a detenerse, y de pronto se apagaron las luces, se cristalizaron los momentos con nuestros seres queridos y nuestros sueños se vieron postergados, ¿por cuánto tiempo? ¡No lo sabemos! El coronavirus vino para quedarse, al menos por un lapso considerable, así lo demuestra la curva en el ascenso de casos que vemos subir día a día en las noticias, la cual nos deja en un escenario de incertidumbre; como en el guion de una película que nunca imaginamos protagonizar y que en su enseñanza nos obliga a cambiar.

Y aquí estamos, el cambio es inevitable. Si queremos sobrevivir nos vemos en la obligación de adaptarnos a las nuevas condiciones en las que nos deja esta pandemia; en que ya no puedes vivir la vida como la tenías planeada, no puedes cruzar fronteras, ni tocar a otros, en donde no importa si eres rico o pobre porque el contagio no hace diferencias y en un abrir y cerrar de ojos, de sentirnos infalibles pasamos a ser vulnerables y nuestro mundo se vio reducido paradójicamente a ese lugar al cual a veces sentimos que  llegamos de visita, nuestra casa. Es en ésta donde hoy nos miramos así mismos sin saber realmente quienes somos, qué queremos, dónde vamos, y nos invita a hacer un viaje por el aquí y el ahora, el cual podemos vivir desde la huida, el querer escapar (distrés) o desde la aceptación, el disfrutar.

Cabe señalar que nuestra experiencia dependerá en gran parte de nuestros recursos personales y de la posibilidad de darle un significado a lo que estamos viviendo una vez que finalice este viaje. Es aquí donde pondremos a prueba nuestra capacidad de resiliencia, concepto usado por la psicología positiva para referirse a la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Ésta implica dos componentes: resistencia frente a la destrucción y capacidad de volver a construir, pero, ¿cómo poder utilizar este potencial a favor de nuestra salud mental en tiempos de COVID-19?

Tomando conciencia de nuestras capacidades y limitaciones actuales, aceptando la vulnerabilidad que tenemos al contagio, desarrollando flexibilidad a los cambios cotidianos a consecuencia del virus, reflexionando sobre nuestro estado de ánimo para hacer frente a las emociones negativas, realizando actividades que nos ayuden a contener el estrés del encierro y nos saquen del constante estado de alerta en que estamos acostumbrados a vivir. Sin duda, todo esto pondrá a prueba nuestro potencial creativo, el cual trae consigo improvisación, espontaneidad a nuestra nueva condición, y con ello nuevas formas de ver, permitiendo la emergencia de nuevos relatos, significados y perspectivas.

Y aquí estamos, el cambio es inevitable. Si queremos sobrevivir nos vemos en la obligación de adaptarnos a las nuevas condiciones en las que nos deja esta pandemia; en que ya no puedes vivir la vida como la tenías planeada, no puedes cruzar fronteras, ni tocar a otros, en donde no importa si eres rico o pobre porque el contagio no hace diferencias y en un abrir y cerrar de ojos…

Así este momento, que hoy podemos estarlo viviendo desde el miedo o ansiedad; porque no sabemos lo que va a pasar, desde el enojo o frustración; porque no sabemos en qué situación económica nos va a dejar, desde la pena; por no poder ver a nuestros seres queridos o desde el castigo, por sentir que nos merecemos lo que estamos viviendo, lo podemos convertir en una oportunidad para encontrarnos con nosotros mismos; mirar con más atención, escuchar, caminar más despacio, estar más presentes, ser más humildes,  cuidar de lo que amamos, adquirir nuevos hábitos que nos permitan transitar y relacionarnos de manera más armoniosa con quienes nos rodean, porque si algo nos vino a enseñar el COVID- 19 es que para logar el bienestar propio, nos necesitamos todos.

 

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