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Dr. Guillermo Chong Díaz: “Soy un agradecido total de la UCN y de las personas”

Libro sobre el legado del Dr. Guillermo Chong
  • 20 Enero, 2021

El asesor científico del PAR Explora Antofagasta fue homenajeado con un libro que resalta su legado como geólogo.

El asesor científico del PAR Explora Antofagasta, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, ejecutado por la Universidad Católica del Norte (UCN), Dr. Guillermo Chong Díaz, fue homenajeado con un interesante libro que en sus páginas resalta su legado como geólogo.

La publicación, presentada por la UCN en una ceremonia online, se titula La eterna unión del hombre y el desierto. Homenaje al Profesor Dr. Guillermo Chong Díaz, y recopila el testimonio y aporte de 55 autores: académicos, colegas, amigos y exestudiantes, quienes a través de la palabra plasmaron y destacaron la extensa y valiosa trayectoria del Dr. Chong. La obra posee 700 páginas y fue gestada y editada por el vice gran canciller de la UCN, R.P. André Hubert, y la colaboración de la académica del Departamento de Ciencias Geológicas, María Soledad Bembow.

Este significativo homenaje se añade a la amplia lista de premios y reconocimientos que ha recibido el Dr. Chong a nivel nacional e internacional, entre los que destacan el Premio Nacional de Geología (2003), Doctor Honoris Causa de la UCN, Premio TWAS para América y el Caribe, Membrecía de la Academia de Ciencias, Ciudadano Ilustre de las Regiones de Antofagasta y Arica-Parinacota, y Caballero del Ancla de Antofagasta (2015).

 

En entrevista, el Dr. Chong, académico del Departamento de Ciencias Geológicas de la UCN, conversó acerca de este libro homenaje.

—¿Qué siente al saber que publicaron un libro en homenaje a su trayectoria como geólogo?

—Cuando se ha experimentado las experiencias de vida como las mías, el completar una carrera en una Universidad del Norte para el norte, y, que en el tiempo, esa universidad (UCN) sea una Casa de Estudios Superiores de prestigio para todo el país, es un logro mayor ser uno de sus académicos. Antes, el logro de una carrera profesional significaba ir a Santiago o alguna de las universidades del sur. Si no se tenían los recursos económicos ahí terminaban las posibilidades y esa fue una situación que yo viví. Cuando, después de muchos avatares, superé esa situación, me incorporé a la UCN porque quería colaborar en una carrera que estuviera asociada al norte de Chile, y que fuera algo en el marco de la Geología, mi modo de vida. Buscaba el objetivo de contribuir, en todo lo que fuera posible, al desarrollo de este Norte Grande. Y a eso me dediqué. Y me fue bien porque la UCN me apoyó en todas mis iniciativas, me dio la libertad para hacer cosas que yo quería hacer y pude hacer: el Museo Geológico Profesor Humberto Fuenzalida V., el Museo de las Ruinas de Huanchaca, el Museo de Chiu Chiu. Esto y otras cosas han sido reconocidas por la comunidad y recibimos, digo recibimos, porque cuando a mí me premian distinguen a la UCN, y yo siento que a la vez es agradecer, de alguna manera, todo lo que ésta me ha entregado.

—Siento que está muy contento con esta iniciativa…

—El hecho de que hayan participado la mayor parte de los colegas de mi Departamento, otros de distintas partes del país y del extranjero, exalumnos, amigos y mi familia es un hito de vida, algo para atesorarlo. Soy un agradecido total de la UCN y de las personas, de rostros y nombres que están allí, independiente de sus cargos: el padre Hubert, Jorge Tabilo, Jacqueline Fuentes, Fernando Orellana, Luis Lobos, Miguel Murphy, Juan Music, Ricardo Soto, Carlos Díaz, Cristian Bello, Eduardo Farías, Luis Olmos, Eduardo Farías, Cristian Zuleta,  los colegas y amigos de la Sede Coquimbo de la UCN, todos: los vigilantes, los administrativos, el personal de servicio y, claro, siempre todos aquellos con los que caminamos juntos y todos los otros que, en el tráfago de una entrevista quedan en el pensamiento y no en el papel…

—En el libro se resalta su trayectoria como geólogo, que incluso ha logrado vincularse con instituciones tan prestigiosas como la NASA. ¿Qué opina de eso?

—Son oportunidades y satisfacciones grandes, pero es como la ropa, es decir, a uno le regalan una prenda y uno se la pone, y no se piensa si se la merece o no. No obstante, mi idea e intención se traducen en hacer lo que creo se debe hacer, no interesa que el nombre desaparezca, pero que sí tengan utilidad y significado para la gente. Levantar museos, escribir libros para enseñar geología a los niños, conseguir posibilidades para colegas o estudiantes viajen a seguir su carrera en el extranjero, buscar posibilidades laborales para los estudiantes, mostrar el norte de Chile a los que no lo conocen… Eso es lo que hago. Estas cosas hacen que uno que tenga posibilidades de conversar, cooperar y colaborar con distintas personas. Es una oportunidad que brinda la Universidad. Afortunadamente a mí me ha ido bien, lo que me alegra por mi familia y por mí mismo. Yo estoy casi al final de mi carrera y me alegra recibir estas cosas en esta etapa, y que esto haya nacido de terceros, ya que el padre Andrés Hubert, el rector Jorge Tabilo y la académica María Soledad Bembow tuvieron la iniciativa, y eso es buenísimo.

—¿Cree que este homenaje obedece a su pasión por la Geología y la inspiración que ha despertado en muchos?

—Para mí la Geología es un modo de vida. Es una ciencia que le enseña a uno filosofía, principios, conceptos, ideas, muestra el mundo de diferente manera, y todo eso puede construir la vida de una persona. Eso es lo que he hecho con lo que he ido aprendiendo y enseñando de la Geología. Es un modo de vida, un estilo que a uno lo ayuda a mirar las cosas de otra forma: con más profundidad, más pasión, es enamorarse de las cosas. Cuando se es profesional si uno no se enamora de lo que hace, quizá es mejor dedicarse  a otra cosa.

—Dentro de su trayectoria destacan múltiples facetas, como la divulgación científica. ¿Por qué es importante seguir acercando la ciencia a la comunidad, especialmente la escolar?

—Mientras converso con usted vía telefónica, aquí al lado mío, en mi casa, hay un cuadro que en estos momentos observo y en el que leo: “Santiago, octubre de 1997. Programa Explora Conicyt”, es decir, estamos hablando de hace mucho tiempo atrás. Y dice: “El Programa Explora de Divulgación y Valoración de la Ciencia y la Tecnología otorga la presente distinción y reconocimiento a la Divulgación Científica 1997, al Dr. Guillermo Chong Díaz”. O sea, esto yo lo vengo haciendo hace mucho tiempo y me alegra mucho que nuestra Universidad se haya adjudicado el PAR Explora Antofagasta, así como que su directora, Olga Hernández, me haya solicitado en su oportunidad, cuando se estaba postulando el proyecto, que yo fuera su asesor científico. Es algo muy satisfactorio para mí, puesto que es una posición desde la cual se pueden hacer cosas, aportar ideas, entregar conocimiento, etcétera.  En este arco hay que entender que el conocimiento de la ciencia no puede ser un privilegio. Tiene y debe estar al alcance de todos y comenzar por los del futuro: los niños.

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