Con un ciclo enfocado en la importancia del bienestar para todas las personas comenzará en junio una nueva versión de Ciencia Abierta, actividad realizada por el proyecto Explora Región de Antofagasta, con el fin de acercar temas contingentes de una manera lúdica a un público específico.
Este primer ciclo constará de 4 charlas interactivas sobre distintos aspectos de la psicología y el bienestar, para culminar con un conversatorio con todas las expositoras, que será transmitido por Facebook y YouTube, y donde la comunidad podrá participar en vivo a través de preguntas o testimonios.
Una de las invitadas a esta instancia es Katherine Valdivia, psicóloga clínica y coordinadora del programa Yo Cuido Mi Salud Mental, una iniciativa regional impulsada por CREO Antofagasta, junto a las municipalidades de Antofagasta y Calama, y el Gobierno Regional, con el apoyo de BHP Escondida, de la Seremi de Salud y la Seremi de Desarrollo Social y de Familia, y las cuatro universidades que tienen escuela de psicología: la Universidad de Antofagasta, la Universidad Católica del Norte, la Universidad Pedro de Valdivia y la Universidad Santo Tomás.
La coordinadora sostuvo que el programa “entrega apoyo psicológico, en términos de contención y primeros auxilios psicológicos, a personas que viven en las 9 comunas de la región de Antofagasta y que requieran algún apoyo en el contexto actual de pandemia en el ámbito de salud mental”, explicando que éste funciona a través de la línea de teléfono gratuita 800-914-080 y que está dirigido a personas mayores de 18 años.
Al mismo tiempo agradeció la instancia ya que “estamos viviendo una situación que no es habitual como es el cambio de las rutinas, el aislamiento, el teletrabajo, las preocupaciones, el temor. Todo esto nos sitúa en una situación diferente que genera un impacto en nuestras emociones y, por ende, en nuestra salud mental. Produce estrés, temor, tristeza, desmotivación, agotamiento, muchas veces sentimientos de soledad también, así es que es algo que a todas y todos nos está impactando”.
En efecto, los extenuantes períodos de cuarentena han afectado a la población a tal punto que “la ansiedad reapareció de manera más acentuada en los pacientes”, según señaló la psiquiatra y académica de la Escuela de Medicina de la USACH, Maritza Bocic, tras un estudio realizado junto a otras dos investigadoras, agregando que “lo más común tiene que ver con síntomas de depresión, abuso de sustancias, trastornos del sueño e irritabilidad”.
Para combatir esto Valdivia señala que “es importante poner atención a nuestras emociones y también a nuestro cuerpo, porque muchas veces las emociones hablan a través de él. Puede que nosotros pensemos que todo está bien, pero nuestro cuerpo nos avisa, con dolores, con contracturas, con insomnio o con cansancio físico, cuando algo no está bien en nuestras emociones”.
Y añadió que “lo más importante es luego poder compartirlo. No quedarnos solas y solos con estos sentimientos. Poder compartir lo que estamos sintiendo y pedir ayuda profesional cuando lo necesitemos”.
Acerca de las recomendaciones para sobrellevar este período de pandemia señaló que “existen cosas que siempre es importante mantener para proteger nuestro bienestar y cuidar nuestra salud mental: considerar un buen descanso, una alimentación ordenada y balanceada, y además, como estamos preocupados de las cosas de la casa y del trabajo, una adecuada distribución de tareas en el hogar. También se debe mantener actividad física dentro de lo posible”. Por último, subrayó la relevancia de “mantener el contacto con nuestras personas cercanas, porque acá estamos tomando medidas de aislamiento físico, pero no debemos aislarnos socialmente. Debemos mantener contacto y preocuparnos de las personas que están más aisladas”.
Otra invitada a participar de este primer ciclo de Ciencia Abierta es Paulina Ortiz, psicóloga y magíster en Educación de la Edith Cowan University de Australia, que además es codirectora académica del magíster de Psicología Aplicada de la Universidad Adolfo Ibáñez.
En primer lugar, explicó que “sobre todo ahora en pandemia, el bienestar ha cobrado vital importancia porque nos hemos visto desafiados. Hemos tenido que adaptarnos a algo que, claramente, no estábamos preparados. Entonces han ido surgiendo ciertas enfermedades mentales. Por eso es importante, porque somos responsables de promover nuestro propio bienestar”, añadió Ortiz, explicando que “nosotros podemos realizar actividades intencionadas para nuestro bienestar. Lo principal y lo primero es poder validar nuestras emociones. Hay emociones que les dicen negativas o les dicen positivas, pero todas las emociones son válidas al final, todas son necesarias”.
En efecto, se trata de un tema que no siempre es recurrente en las conversaciones familiares o de amigos, pero que con la contingencia se ha hecho necesario y a veces, casi obligatorio. Al respecto, la codirectora académica es clara al enfatizar que “debemos conectarnos siempre con personas. Un factor determinante en nuestro bienestar son las relaciones positivas y saludables, nunca estar solo y pedir ayuda”.
Por otra parte, también es relevante “reconocer nuestras fortalezas y las de las personas con que me desenvuelvo”, agregando que se pueden “realizar ciertas prácticas de gratitud, de respiración, o meditación mindfulness”, como se conoce la ‘atención plena’, método que ayuda a la estabilidad emocional.
Además, se refirió a la educación positiva, que fija su mirada no sólo en el desempeño académico, sino también en cómo promover el bienestar en las y los estudiantes, y que tiene a Alejandro Adler entre sus principales catedráticos. “Al aumentar el bienestar también se aumenta el desempeño académico”, señaló, “sin la necesidad de dejar de trabajar en nuestras emociones y fortalezas”, puntualizó Ortiz.
La pandemia ha dejado claro que el bienestar es un tema necesario de discutir y socializar, por lo que se ha convertido en el eje central de este primer ciclo de Ciencia Abierta 2021 que comienza en junio. El proyecto Explora Región de Antofagasta depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, y es ejecutado por la Universidad Católica del Norte (UCN).
